Las proteínas son un componente clave en una dieta saludable, pues gracias a ellas nuestras células se mantienen activas y nuestros huesos, músculos, piel y tejidos se mantienen en buen estado. Y si bien las proteínas las obtenemos a través de la alimentación, la cantidad de ingesta de éstas dependerá de la fisiología, la condición física y los objetivos de cada persona. Asimismo, y como ya sabrás, hay diferentes tipos de proteínas, cada una de ellas con sus peculiaridades. Así pues, hoy queremos dedicar este post a las proteínas, dándote a conocer para qué sirven, qué beneficios aportan y cómo se clasifican. ¡Empezamos!

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¿Qué son las proteínas?

Las proteínas son moléculas de aminoácidos que están unidas por enlaces peptídicos. Dichos aminoácidos se ordenan y se disponen según el código genético de cada persona y están compuestas por carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y muchas de ellas también pueden contener fósforo y azufre.

Las proteínas están integradas en todas las células de nuestro cuerpo que, a su vez, son la materia prima de nuestros músculos, huesos, piel, cabello y tejidos del cuerpo humano. Asimismo, las proteínas participan en todos los procesos biológicos que se producen en nuestro organismo.

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¿Para qué sirven las proteínas?

A diferencia de las grasas o los hidratos de carbono, las proteínas son esenciales para el crecimiento y la regulación de muchos procesos biológicos, como es el desarrollo celular, el transporte de nutrientes o la producción de enzimas. También son indispensables para el sistema inmunológico, pues desencadenan respuestas a patógenos, y regulan las funciones vitales del organismo, como es la metabolización de productos químicos o la síntesis de proteínas.

Cabe destacar que el cuerpo no almacena proteínas de la misma manera que lo hace, por ejemplo, con las grasas. Por ello es importante añadir y consumir proteínas de diferentes tipos en nuestra dieta.

Beneficios de las proteínas

Como has visto, las proteínas son indispensables para el buen funcionamiento del organismo. Y por ello, la ingesta de proteínas es beneficiosa para:

  • Buen funcionamiento celular. Las proteínas intervienen en muchos procesos celulares, asegurando su función defensiva, reparadora, hormonal, etc.
  • Mantenimiento de la masa muscular. Sobre todo en adultos mayores, la ingesta de proteínas evita la pérdida progresiva de masa muscular propia de la edad.
  • Control del peso corporal. Las proteínas sacian, por lo que es más fácil mantener un control de nuestro peso.
  • Mayor rendimiento físico. Las proteínas reparan los tejidos dañados, sobre todo en deportistas o personas que realizan trabajos forzosos.

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Tipos de proteínas

Las proteínas pueden clasificarse de diferentes maneras. Por ello, aquí te ofrecemos una clasificación en base a diferentes aspectos:

Según su origen

Es la clasificación más conocida, incluyendo:

  1. Proteínas de origen animal. Como su nombre indica, proceden de la carne de animales y sus derivados, como el huevo.
  2. Proteínas de origen vegetal. A diferencia de la anterior, estas proceden de las legumbres, los frutos secos, los cereales, etc.

Según su función

Esta clasificación es más amplia, pues las proteínas tienen diferentes funciones:

  1. Hormonales. Las segregan las glándulas endocrinas, viajan a través de la sangre y transmiten información entre las células.
  2. Enzimáticas. Aceleran los procesos metabólicos de las células.
  3. Estructurales. Forman parte de los tejidos del organismo, como el colágeno, la queratina y la elastina.
  4. Defensivas. Forman parte del sistema inmune y se encargan de defender el organismo de patógenos externos, como bacterias o virus.
  5. Transporte. Transportan minerales y vitaminas a todo el organismo.
  6. Almacenamiento. Se encargan de almacenar minerales, como el hierro o el potasio.
  7. Receptores. Controlan las sustancias que se encuentran fuera de las células y que entran en estas.
  8. Contráctiles. Regulan la fuerza y la velocidad en la que bombea el corazón.

Según su conformación

Cuando hablamos de conformación nos referimos a la orientación tridimensional de las moléculas proteicas. Y dentro de este tipo encontramos, por un lado, las proteínas fibrosas, como el colágeno o la queratina, que están formadas por cadenas polipeptídicas situadas en paralelo y son insolubles en agua y soluciones salinas. Y, por el otro lado, las proteínas globulares, que las cadenas se enrollan sobre sí mismas y son solubles en agua. Las proteínas de transporte también son globulares.

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Según su composición

Finalmente, según la composición de las proteínas podemos diferenciar entre:

  1. Proteínas simples: están formadas por aminoácidos.
  2. Proteínas conjugadas: Se componen de un componente no aminoácido, como las lipoproteínas, que su estructura se basa en lípidos.

Como ves, las proteínas son un tipo de moléculas que ejercen funciones relevantes para el correcto funcionamiento de las células y del organismo en general. Así pues, incluir proteínas en la dieta es indispensable para que el cuerpo realice correctamente sus funciones vitales.