La valoración nutricional proporciona información sobre el nivel de salud de una persona o población en relación a la alimentación. Y es que hay un importante vínculo entre lo que comemos y cómo ello nos genera o nos resta bienestar. De ahí que sea fundamental cubrir unas determinadas necesidades nutricionales a través de la ingesta alimentaria.
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Definición de valoración nutricional según la OMS
La valoración nutricional es la relación entre la nutrición y la salud. Esto es que nuestro organismo tiene unas necesidades nutricionales y fisiológicas que deben ser cubiertas. Siguiendo la definición de valoración del estado nutricional según la OMS, se trata de la “condición del organismo que resulta de la relación entre las necesidades nutritivas individuales y la ingestión, absorción y utilización de los nutrientes contenidos en los alimentos”.
En otras palabras, el cuerpo requiere de unos alimentos esenciales y debemos cubrirlos para beneficiar nuestra salud. No obstante, no siempre se satisfacen estas necesidades: ya sea por desconocimiento, por razones económicas o sociales, muchas personas no cumplen con los mínimos requisitos de salud.
Por otro lado, la valoración del estado nutricional de la población, por otro lado, debe ser una de las prioridades de las administraciones del estado. Desde el punto de vista de la medicina preventiva, es importante promover una buena educación nutricional en la sociedad para fomentar una alimentación nutritiva, variada y saludable. Lo cual beneficia, sin duda, el estado nutricional de cada persona.
Cómo se evalúa el estado nutricional
Hemos hablado de la importancia de llevar unos hábitos alimenticios saludables y de la relación que se da entre la nutrición y la salud, pero ¿cómo saber el estado nutricional de una persona? ¿Cómo averiguar si existe una sobrealimentación? Lo cierto es que hay ciertos déficits nutricionales que pueden resultar sencillos de diagnosticar, como puede ser el escorbuto, la pelagra o la anemia ferropénica.
Sin embargo, hay otras alteraciones que resultan más difíciles de detectar, como cuando existe una falta de nutrientes esenciales y ello repercute negativamente en el funcionamiento del organismo. En este caso, cabe tener en cuenta varios datos que ayudan a determinar el estado nutricional de una persona, como son los siguientes:
Definir la ingesta de nutrientes
Uno de los valores a tener en cuenta en el estado nutricional del paciente es su ingesta de nutrientes. En este punto se cuantifican los nutrientes que se han ingerido durante un período de tiempo determinado. Posteriormente, se compara la ingesta con la tabla de recomendaciones y se extraen las conclusiones.
Determinar la estructura y la composición de nuestro cuerpo
Para determinar la estructura y composición de nuestro cuerpo, podemos emplear diferentes métodos de valoración del estado nutricional como las medidas antropométricas, la resonancia magnética o los ultra sonidos, entre otros.
Medidas antropométricas
Hacen referencia a la talla, la constitución y la composición corporal. Se valoran aspectos como la edad, el sexo o el estado general de nuestro cuerpo. Para tomar estas medidas se usan métodos no invasivos, pero es recomendable que el procedimiento esté marcado por un profesional.
Los parámetros más habituales y que se miden sin excepción son la talla y el peso. Hay muchas tablas que indican el peso que deberíamos tener en función de nuestra talla y también de nuestro sexo. El más famoso de ellos es el IMC o índice de masa corporal.
Otros aspectos que se miden en la valoración nutricional son el porcentaje de grasa corporal o la masa muscular. De hecho, medir la masa muscular es el sistema más rápido y simple para valorar si existe una situación de desnutrición. Para determinarlo, basta con comparar el valor de la persona con el percentil 50 de la población.
Otros métodos de valoración del estado nutricional
También podemos emplear otros métodos para valorar el estado nutricional:
- Impedancia bioelétrica. La grasa conduce peor la electricidad que el músculo. Es por eso por lo que la resistencia corporal a la electricidad está inversamente relacionada con la masa magra.
- Tomografía computadorizada y resonancia magnética. A través de este método, los profesionales cuantifican la grasa de cada región y pueden diferenciar la grasa intraabdominal y la grasa extraabdominal.
- Ultrasonidos. El hueso, el músculo y la grasa tienen densidades y propiedades acústicas distintas. Por eso, se usan ondas sonoras de alta frecuencia que permiten obtener una medida del grosor de la grasa en cada parte del cuerpo.
Valoración nutricional a partir de datos bioquímicos
Los datos bioquímicos presentan una gran ventaja respecto a otros métodos, a saber: su objetividad. Debido a que se realiza un control de calidad riguroso por parte de los laboratorios, no hay lugar a dudas de los componentes que tiene un alimento.
Existen tres métodos para realizar la evaluación del estado nutricional a través de datos bioquímicos:
- A través de la dieta se puede determinar si hay o no un buen aporte nutricional.
- Los métodos que indican si hay alguna función alterada, siendo esta dependiente de una cantidad concreta del nutriente que se estudia.
- A través de métodos complementarios.
Evaluación clínica del estado nutricional
Cuando la malnutrición o la desnutrición son excesivas, se desencadenan una serie de patologías. Como consecuencia de ello, aparecen síntomas clínicos evidentes en determinadas zonas del cuerpo, por lo que es recomendable realizar una evaluación clínica del estado nutricional con el fin de definir un tratamiento adecuado al problema.
Diferencia entre desnutrición y malnutrición
La desnutrición y la malnutrición son afecciones graves que la valoración nutricional busca detectar. Sin embargo, no son iguales y conocer la diferencia es clave a la hora de determinar el estado nutricional de una persona o población.
Por un lado, la desnutrición aparece cuando una persona tiene una falta de nutrientes causada por una ingesta de alimentos insuficiente. Se trata de una enfermedad considerada grave y es muy común en países subdesarrollados, puesto que en estas regiones las personas tienen los recursos económicos muy limitados.
Por el otro lado, la malnutrición es el resultado de tener unos hábitos alimenticios desequilibrados. Esta se debe a un exceso o escasez de nutrientes esenciales, tales como los minerales o las vitaminas, por ejemplo. A diferencia de la desnutrición, la malnutrición suele aparecer en países desarrollados especialmente por la predominancia de la obesidad y el sobrepeso.
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