Las vitaminas, junto a los minerales, forman parte de los micronutrientes, cuyos beneficios solo podemos obtener a través de la alimentación (e incorporando el consumo de suplementos en caso de que sea necesario). Eso sí, tan mala es la falta como la hipervitaminosis o el exceso de vitaminas, ya que sobrepasarse con la ingesta puede suponer graves problemas de salud. Hoy te contamos cuáles son las causas y los síntomas más frecuentes que alertan de un excedente de vitaminas en el cuerpo. De todos modos, si quieres ampliar tus conocimientos en esta rama, profundiza en este tema con nuestra formación en dietética y nutrición, con la que además te especializarás como coach nutricional.

¿Qué es la hipervitaminosis?

La hipervitaminosis se caracteriza por una acumulación excesiva de vitaminas liposolubles. Recuerda que existen dos tipos de vitaminas:

  • Liposolubles: aquellas que se disuelven en grasa: A, D, E y K
  • Hidrosoluble: las que se disuelven en agua: C y B

La principal diferencia entre ellas es que el exceso de las hidrosolubles se deshecha a través de la orina, sin embargo, el sobrante de las liposolubles se almacena en el hígado, tejido graso y musculatura, es por ello que pueden llegarse a acumular más vitaminas de las que el cuerpo requiere.

Dichas vitaminas deben obtenerse a través de la alimentación, ya que el cuerpo no puede crearlas por sí mismo y su ingesta es esencial para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Eso sí, en su justa medida, ya que, como todo, un exceso de vitaminas puede ser contraproducente. Asimismo, una  avitaminosis (deficiencia de vitaminas) también supone riesgos para la salud.

¿Qué provoca la acumulación excesiva de vitaminas?

Para que el organismo almacene más vitaminas de las que necesita y se produzca un exceso de vitaminas, es necesario haber ingerido más vitaminas de las que se requieren, ya sea a través de suplementos vitamínicos o a través de los alimentos. Las hipervitaminosis más comunes son las de las vitaminas del grupo A y del grupo D.

Dependiendo de nuestra edad, el cuerpo tiene unos requerimientos diarios de vitaminas. Según estas recomendaciones, una persona entre 19 y 70 necesitará consumir 900mcg de vitamina A y 600 UI de vitamina D. Por lo que, cuando se exceden estas recomendaciones, aumenta el riesgo de padecer una hipervitaminosis.

Tipos de hipervitaminosis y sus síntomas

Dentro de los micronutrientes, dependiendo del tipo de vitamina que se haya acumulado en exceso, las consecuencias de la hipervitaminosis pueden variar. A continuación, te explicamos cuáles son las características de cada una de ellas; exceso de vitaminas de tipo A, D E y K.

Hipervitaminosis A

La vitamina A se encuentra en muchos grupos de alimentos, así que no es de extrañar que sea la primera en nuestra lista. Algunos de los alimentos ricos en vitamina A son hígado, paté, zanahoria, espinacas y lácteos. Los síntomas que se sufren al almacenar un exceso de vitamina A son: irritabilidad, cansancio, cefalea y/o vómitos. 

Hipervitaminosis D

La vitamina D la obtenemos tanto del Sol como de algunos alimentos, como por ejemplo el pescado azul (sardinas, atún, caballa…), el marisco, el hígado, los huevos o los lácteos enteros, entre otros. Los síntomas que suelen producirse al haber un exceso de vitamina D son: nauseas, vómitos, micción frecuente y dolor de huesos.

Hipervitaminosis E

La vitamina E se encuentra mayormente en frutos secos y semillas. Los síntomas más frecuentes de una hipervitaminosis por vitamina E son: gases, diarrea e hipertensión.

Hipervitaminosis K

La vitamina K se obtiene a través del consumo de verduras de hojas verdes (kale, espinacas y brócoli), también en frutos secos y semillas. En caso de ingerir más vitamina K de la necesaria, los síntomas más comunes son una coagulación irregular de la sangre y anemia.

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