Cuando se habla de la teoría de los cinco elementos, automáticamente se asocia a la medicina tradicional china, la cual, efectivamente, ha sido su fiel defensora desde hace siglos. Dicha teoría propone una visión de la salud y bienestar del paciente, basada en un diagnóstico energético y no médico que trata de explicar, mediante elementos externos, qué ocurre a nivel interno. ¿Te interesa el tema? Síguenos! Y si quieres adquirir un conocimiento más profesional especialízate con el Máster en Acupuntura y descubre la relación de esta teoría con las terapias energéticas.
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¿Cuáles son los cinco elementos de la naturaleza?
Si te preguntas cuáles son los cinco elementos de la medicina tradicional china, debes saber que son los que se conocen como los “cinco elementos de la naturaleza”. Estos son la madera, el fuego, la tierra, el metal y el agua. Si vamos por partes, podemos analizar de manera más exhausta con qué se asocia cada uno de ellos y un posible significado de la dolencia del paciente en caso de evidenciarse un desequilibrio. A cada uno también se le asocia un color, un sabor, unas aptitudes, etc.
1. Madera
En primer lugar, tenemos el elemento de la Madera, asociado normalmente con el hígado y la parte de la vesícula biliar. Se vincula también con el sabor amargo o agrio, con el color verde y con la fuerza de la naturaleza del viento. Por el hecho de ser un elemento muy moldeable, se relaciona con muchos de los dinamismos del organismo y es propio de las personas dinámicas, imaginativas y con mucha creatividad, siempre que exista un equilibrio entre los otros cuatro de los cinco elementos de la medicina china.
2. Fuego
El segundo elemento, el Fuego, está vinculado al corazón y al intestino delgado. El sabor que se relaciona con el fuego es el sabor amargo, junto al color rojo. Evidentemente, el elemento natural asociado es el fuego; a veces, también se considera el calor que dicho elemento desprende.
Las personas que son “fuego”, normalmente, tienen como aptitud el don de la palabra, el Than o mental, considerado uno de los principales atributos del ser humano, como es el verbo. Predominan en estos perfiles la función psicosomática y la aptitud de liderazgo.
3. Tierra
Como tercer elemento tenemos la Tierra, cuyos órganos vinculados son el bazo-páncreas y el estómago. La Tierra se asocia con la humedad y el color marrón, con un sabor dulce, propio, por ejemplo, de los cereales, y con la fertilidad. Por ello, se ve claramente reflejado en personas que buscan siempre el juicio justo, el equilibrio.
4. Metal
El cuarto y penúltimo elemento, el Metal, está relacionado con el pulmón e intestino grueso. Se corresponde con la sequedad y el color blanco. Por sus propiedades, el sabor asociado es el picante y lo encontramos en personas caracterizadas por un carácter noble y en líderes espirituales.
5. Agua
Por último, pero no menos importante, está el Agua. Sus órganos son el riñón y la vejiga, el color es el negro y lo encontramos en personas con un carácter marcado, claramente, por la valentía. Aquellos que tienen capacidad de lucha y, sobre todo, capacidad de aguante.
Como hemos comentado, todos los elementos influyen y están relacionados entre sí, tanto en lo que respecta al área patológica como en la fisiológica. Sin embargo, es preciso que se encuentren en equilibrio armónico. De no ser así, es cuando empiezan a aparecer los síndromes patológicos. Y aquí es donde la acupuntura juega un papel esencial.
La acupuntura, clave para conseguir el equilibrio
A grandes rasgos, identificamos la acupuntura como la terapia de la medicina tradicional china que utiliza pequeñas agujas en puntos específicos del cuerpo para restablecer el flujo de energia. Si bien esto es cierto, cabe matizar que dentro de la acupuntura existen muchas teorías y que la de los cinco elementos es una más que se usa en este tratamiento integrativo. Por tanto, podemos decir que existe una relación entre los cinco elementos y la acupuntura.
Considerar la influencia que existe entre dichos elementos es muy importante en la práctica de la acupuntura, ya que cuando los órganos tienen algún tipo de afectación, por ejemplo, cuando existe una enfermedad crónica o psíquica, habrá que realizar una regulación energética. Mediante la terapia de la acupuntura, no solo podemos conseguir regularlos, sino también crear sinergias entre estos para fomentar su correcto funcionamiento autónomo.
En cuanto a los cinco elementos y su significado, recuerda que cada uno representa a una de nuestras cuatro extremidades, que se conocen como puntos “su antiguos” o simplemente “su”. Mediante estos puntos que se activan, como bien decíamos, con punciones con agujas pequeñas y muy finas, se puede incidir en cada meridiano principal del cuerpo que, a su vez, engloba a su elemento con todas sus peculiaridades y características.
Los ciclos del equilibrio
Para regular el equilibrio disponemos de dos tipos de ciclos: biológicos y patológicos.
- Biológicos: tenemos el Sheng, que es la energía que genera un apoyo entre elementos, nutriéndolos; y el Ke, en el que cada movimiento controla y es controlado por otro.
- Patológicos: encontramos el Muzi y Zimu, que ejercen un bloqueo sobre el órgano que debería intervenir en el ciclo del Sheng; y el Wu y Cheng, que controlan la energía delante de un posible sobreexceso de control.
El punto central de los meridianos principales se sitúa entre la parte de los codos y de los dedos de las manos, pero también hay otros entre las rodillas y los dedos de los pies. Es precisamente aquí donde podemos establecer la relación entre el meridiano y la energía cósmica.
Dicha parte se ve influenciada, entre muchas otras cosas, por variaciones climáticas extremas u otros factores externos que tienen un efecto claro en el organismo de los seres humanos.
También hay que tener en cuenta que dichas variaciones climáticas corresponden, normalmente, a las estaciones meteorológicas del año, las cuales también influyen en la regulación y el equilibrio de nuestros órganos.
Cada elemento está relacionado con otro y pensado para mantener el cuerpo en equilibrio. Por este motivo, si uno mismo se hace daño, en realidad, solo va a conseguir que su dolor se esté retroalimentando.
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