La terapia holística contempla al ser humano como una totalidad y a partir de esta creencia busca potenciar su bienestar y calidad de vida. Se trata de un método alternativo a las terapias convencionales que conocemos, ya que aborda la gestión de las emociones y las alteraciones psicológicas de un modo distinto al tradicional. ¿Te gustaría profundizar más en esta terapéutica? Especialízate con nuestro Máster en Coaching y Psicología Holística y amplía tus conocimientos en este ámbito. Puedes estudiar online o a distancia, a tu ritmo y con total flexibilidad. Además contarás con el seguimiento de un tutor/a especializado en la materia que te acompañará durante toda la formación para enriquecer los conocimientos adquiridos.

¿En qué consiste la terapia holística?

La terapia holística percibe al individuo como un todo. Es decir, en las alteraciones y problemas psicológicos no solo inciden las emociones, también influye la salud física, el estilo de vida, el balance energético, las relaciones interpersonales, entre otros factores.

Por ello esta disciplina trabaja considerando diferentes áreas que influyen en el bienestar de la persona para proporcionarle el equilibrio a nivel mental, físico y espiritual.

Según la teoría holística, las enfermedades físicas son fruto de desequilibrios en la alimentación o en el descanso. También incide notablemente el estrés y el descontrol en el manejo de las emociones y otros problemas personales. En este sentido, la idea es equilibrar al máximo los diferentes aspectos que engloban a la persona y que le influyen en su estado de ánimo y emocional.

Holismo: un método para lograr el equilibrio

Las terapias holísticas se basan en el holismo, el método que defiende que todo ser humano tiene un poder sanador innato para lograr el equilibrio en todos los niveles. Asimismo sostienen que el amor es el principal vehículo para alcanzar dicho fin.

Este tipo de terapias se enfocan a conseguir la armonía entre mente, cuerpo y espíritu como forma de bienestar integral en las personas. A partir de ahí, cada individuo es observado como un todo para tratar de lograr su equilibrio en todas las dimensiones.

Beneficios de la psicología holística

Seguramente te estés preguntando en qué casos se aplica la psicología holística y cómo sus terapias pueden beneficiar a la persona. Esta disciplina puede emplearse para abordar distintos trastornos y desórdenes psicológicos como estados depresivos, estrés o ansiedad, desajustes en el estado de ánimo, entre otras.

Pero, ¿qué en qué se diferencia la terapia holística de otras terapias psicológicas? ¿Por qué es una apuesta interesante para tratar al paciente? Bien, esta terapia aborda en conjunto la salud psíquica y emocional de la persona y también su dimensión física. Es decir, dicha metodología trabaja el cambio a través de la relación que existe entre las diferentes partes implicadas: la razón, las emociones, el cuerpo y la energía.

En la terapia holística se pueden distinguir varios puntos favorables:

  • Gestiona las emociones a nivel consciente e inconsciente para identificar los problemas y poder tratarlos debidamente.
  • Unifica la parte espiritual, energética y emocional para conseguir un estado de bienestar satisfactorio en todos los niveles.
  • Trabaja sobre el carácter y también sobre la personalidad.
  • Promueve la autonomía de la persona y su independencia.
  • Analiza las funciones cerebrales y neurológicas para comprender el funcionamiento del cerebro.
  • Prioriza la autoconociencia y el autoconocimiento para lograr una transformación efectiva en las personas.
  • Promueve la aceptación y la relajación para alcanzar el cambio personal.

Clasificación de las terapias en medicina holística

Más allá de la propia terapia holística, encontramos otras disciplinas que también se orientan a proporcionar la armonía entre cuerpo, mente y espíritu.

A diferencia de la medicina convencional, en la medicina holística se analiza cómo repercuten los problemas físicos en la mente y viceversa, en lugar de quedarse únicamente en la parte física.

Como veremos más detalladamente a continuación, existen diferentes terapias alternativas que estimulan el poder natural de sanación del organismo. Además de la terapia holística, muchas de ellas han sido reconocidas como métodos efectivos para la prevención y tratamiento de distintas enfermedades y afecciones.

Terapias energéticas

Las terapias energéticas como la Acupuntura o la Terapia con Imanes, por ejemplo, tienen un componente holístico porque se trabaja sobre el equilibrio energético. Estas técnicas provienen de la medicina tradicional china y promueven el bienestar de la persona a través de la canalización de la energía y de la conexión de los chakras.

Terapia mente-cuerpo

Estas técnicas se centran en la interacción entre el movimiento del cuerpo y la mente para lograr el equilibrio físico y mental. Un buen ejemplo de estas disciplinas lo encontramos en el Yoga, el Mindfulness o el Tai-Chi.

Como en la terapia holística, las terapias mente-cuerpo parten de que los pensamientos están ligados a la salud corporal. Por tanto, las emociones pueden afectar a la parte física e influir negativamente en el bienestar del individuo. Para evitarlo, la aplicación de estas disciplinas se pretende potenciar la relajación desde una perspectiva integral.

Terapias de manipulación corporal

Los métodos de manipulación corporal también se engloban en la medicina holística. Son los métodos que utilizan la acción mecánica sobre distintas partes corporales con el objetivo de promover un efecto terapéutico a nivel físico y psicológico.

El masaje terapéutico es un buen ejemplo en este caso. Se trata de un conjunto de técnicas manuales sobre los tejidos blandos del cuerpo que se basan en presión gradual y en la ejecución de diferentes movimientos relajantes.

Aquí, también destaca la Reflexología Podal. Hablamos de la técnica que presiona los pies (o las manos) para incidir en partes específicas del organismo y provocar un impacto positivo en la salud. La reflexología se basa en que, en manos y pies, hay diferentes puntos que representan todos los órganos del cuerpo y, la acción sobre los mismos, restaura el bienestar en las personas.

Terapias biológicas

Las terapias naturales como la fitoterapia o plantas medicinales también promueven el equilibrio físico y emocional, a través de la aplicación de productos vegetales que sanan y previenen futuras afecciones. Ya sea en forma de loción, de aceites esenciales o a través de su ingesta, podemos beneficiarnos de sus principios activos para conseguir la sanación natural del propio organismo.