La medicina natural está formada por un amplio y variado conjunto de terapias. Estas tienen en común no requerir de medios artificiales para promover la curación en las personas. A continuación, te contamos las claves sobre esta clase de tratamientos. También puedes especializarte en la aplicación de terapias alternativas con nuestro doble Máster en Naturopatía para profundizar en el poder terapéutico de las plantas medicinales.

Las claves de la medicina natural

En primer lugar, debemos saber que las terapias naturales, como su propio nombre indica, provienen de la naturaleza. Cuando nos referimos a la naturaleza, estamos hablando tanto de nuestro cuerpo como de los elementos que lo rodean. Todos ellos se encuentran en la flora y la fauna. Entre ellos también están el sol, el agua y el aire.

Por otro lado, vale la pena incidir también en un debate que genera cada vez más discusión. La comparativa de la medicina natural con la regulada mediante parámetros científicos. En este sentido, lo primero que queremos recordarte es que no todo el conocimiento proviene de la ciencia. Existen otros descubrimientos en el mundo, igualmente válidos, que no han pasado por el estándar científico.

Por eso, no debe extrañarnos que también haya terapias alternativas efectivas para sanar o aliviar diferentes cuadros patológicos. Al fin y al cabo, este conjunto de terapias pueden ser perfectamente complementarias para mejorar el estado de salud de los pacientes.

Eso sí, antes de apoyarnos en los métodos de la natural, es fundamental contar con un diagnóstico científico. Es entonces cuando, de la misma manera que en la prevención, la medicina natural va a hacer su aportación. Y esta va a ser siempre positiva, ya que sus técnicas también proporcionan bienestar a tu organismo. Eso sí, insistimos en que es importante tener en cuenta que las medicinas naturales no sustituyen a los diagnósticos de los médicos profesionales.

De la tradición a una renovación de sus métodos

Las terapias complementarias han pasado de generación en generación hasta nuestros días. Ya los antiguos griegos y romanos hacían un uso habitual de estos métodos. Si bien es cierto que, en los últimos dos siglos ha quedado más eclipsada por los avances científicos en el mundo de los medicamentos, este tipo de medicina sigue siendo una de las opciones para tratar y aliviar distintas molestias y afecciones de una forma más natural.

La medicina alternativa se ha seguido desarrollando en las culturas más tradicionales. Y es que, en ciertas zonas rurales y alejadas de las grandes ciudades, no llegan los medicamentos modernos. Por lo que, la población ha continuado aprovechando la sabiduría popular en la preparación de curaciones naturales. Unos remedios que, al no llevar componentes tóxicos, tienen menos contraindicaciones que los medicamentos de origen químico que comercializan en las farmacias.

¿Para qué sirven las terapias naturales?

La medicina natural sirve para prevenir enfermedades y curarlas, pero lo consigue estableciendo un diagnóstico global. Valora, por tanto, no solo cómo se encuentran los males del cuerpo, también considera el estado anímico como parte del pronóstico. Así que no se trata de sanar solo el cuerpo, sino también el alma. Se parte de que estas dos realidades están relacionadas en el estado general de la salud.

Por otro lado, se parte de la premisa de que la enfermedad es parte de la salud. Por lo que, no se pretende  eliminarla por medios artificiosos. La clave está en asumirla como una reacción de tu cuerpo frente un inconveniente. Es lo que sucede, por ejemplo, con las inflamaciones.

La idea principal de este esquema es que el cuerpo humano tiende a autorregularse. En este sentido, la homeopatía considera que las sustancias o principios activos similares curan lo que se les parece.

En consecuencia, tu cuerpo va a tender a sanarse por sus propios medios. Y solo va requerir una pequeña aportación por parte de la metodología natural. Supone un complemento que te va a ayudar a que, poco a poco, tu estado de salud vuelva a la normalidad.

¿Qué beneficios tiene la medicina alternativa?

  • Recurrir, por ejemplo, a las plantas medicinales para sanar supone hacerlo a elementos inocuos para tu organismo. Siempre que te los prescriban en las cantidades y los formatos correctos.
  • En la actualidad, te vas a beneficiar de que las diferentes terapias naturales están siendo cada vez más reguladas. Si buscas un especialista reconocido en estos métodos, puedes fiarte de sus criterios. Va a complementar la medicina tradicional con la natural.
  • Asimismo, estos tratamientos tienen que ver con un estilo de vida más saludable. Si sigues una dieta sana, te vas a sentir mejor por dentro y por fuera y ese bienestar se verá reflejado en un aumento de tu autoestima, lo cual favorecerá también a tu sistema inmunológico.
  • Las terapias naturales no son agresivas ni invasivas. Tampoco introducen elementos extraños en tu cuerpo.
  • Resultan menos traumáticas y te permiten experimentar mejorías progresivas. A nivel preventivo, son muy efectivas.
  • Sale muy rentable apostar por los productos que provienen de la naturaleza. No requieren complicadas síntesis en los laboratorios, por ello son más económicos.

Tipos de terapias alternativas

Por último, queremos hacer un pequeño repaso por algunas de las terapias naturales (también conocidas como alternativas o complementarias) más populares. Algunas de ellas tienen que ver con las zonas del mundo de las que son originarias. Son, entre otros, los casos de la medicina tradicional china y la ayurveda, que procede de India. Estas mezclan diferentes métodos y, en general, suponen una filosofía de vida saludable integral.

Plantas medicinales

La medicina herbaria, por su parte, es la que saca partido de los principios activos de las plantas medicinales. Esta es una de las terapias alternativas más seguidas en Occidente.

Terapias energéticas

Hay otras de estas terapias que se basan en la manipulación de la piel mediante masajes, como sucede con la Reflexología Podal o el Reiki. Estas terapias se aplican para eliminar las tensiones mediante la aplicación de fuerzas en partes concretas del cuerpo. Algo similar procura la acupuntura, pero con agujas.

El poder de los aceites esenciales

Mientras que la aromaterapia aprovecha la filtración de las propiedades positivas de los aceites esenciales en la piel, la hidroterapia y la ozonoterapia sacan partido de los efectos que sus correspondientes elementos propician. Y podemos citar muchas más terapias complementarias, como las flores de Bach, la fitoterapia y la iridología.

En definitiva, la medicina natural es compatible con la científica para contribuir a curar tus males.