¿Has oído hablar del maskné? Así es como se conoce al tipo de acné producido por el uso de la mascarilla, que cada vez es más común y está alterando todo tipo de pieles. Hoy te contamos por qué aparece y, sobre todo, te damos las claves para que puedas eliminarlo de una vez por todas. De todos modos, si quieres ampliar tus conocimientos en el cuidado del cutis, te sugerimos nuestro Postgrado en Dermatología y Cosmética, donde adquirirás un aprendizaje integral para destacar en el sector dermocosmético.

¿Qué es el maskné?

El maskné (combinación de las palabras mask, en inglés, y acné) es el tipo de acné que aparece por el uso de la mascarilla en las circunstancias actuales marcadas por la pandemia. Estas imperfecciones se producen especialmente en las zonas tapadas, como es el mentón, la mandíbula, las mejillas y la nariz.

En el tiempo que llevamos de crisis sanitaria, la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) ha evidenciado un aumento considerable de dermatitis y brotes de acné provocados por la utilización de la mascarilla. Si bien es cierto que los adolescentes son los principales perjudicados, este tipo de acné también es recurrente en mujeres que tienen entre 20 y 50 años.

Este problema provocado por el uso de la mascarilla tiene un alcance global, desde los inicios de la pandemia. Y es que, según un estudio publicado en el Journal of the American Academy of Dermatology, que analizó los efectos en la piel de trabajadores de primera línea en una ciudad de China, el 97% de ellos sufrió algún tipo de afección dermatológica, como consecuencia del uso de la mascarilla.

¿Por qué aparecen granitos por la mascarilla?

El uso de la mascarilla genera un contexto propicio para que aparezca el maskné. Y es que, al respirar, se crea un clima cálido y húmedo que favorece la proliferación de bacterias, ya que se bloquea el conducto de salida de la secreción sebácea.

Con lo cual, como consecuencia de ello y debido a la presión y a la falta de oxigenación, los poros se taponan dando paso a granitos y comedones.

Por si esto fuera poco, a este ambiente se le suman otros factores que tampoco ayudan a evitar el maskné. La suciedad que acumulamos en la mascarilla, sus roces, así como el uso de cosméticos agresivos, crean la combinación perfecta para que aparezcan los odiados granitos.

En definitiva, la calor, la suciedad, el sudor y la humedad forman el combo ideal para dar lugar a problemas en la piel por el uso de mascarillas anti Covid-19.

¿Qué tipos de pieles son las más afectadas?

Obviamente, el maskné tiene mayor repercusión en las pieles grasas o en aquellas que tienen o han tenido rosácea. Igualmente, además del tipo de dermis, también hay otros factores que empeoran el acné por mascarilla:

  • El calor no acompaña, ya que el aumento de temperatura que se forma entre la mascarilla y el cutis, hace que se generen más bacterias y, por ende, más casos de maskné.
  • El estrés y la ansiedad (que también se ven incrementados en la situación actual) alteran las glándulas sebáceas, contribuyendo a la expansión de brotes de acné.
  • Los tratamientos antiacné pueden hacer que la piel esté más sensible y, al utilizar la mascarilla, esta se mostraria mucho más reactiva.

Acné por la mascarilla: ¿cómo tratarlo?

En el caso de que el acné haya tomado un curso severo, lo más recomendable es acudir al dermatólogo para que pueda tratar la afección de forma personalizada en cada caso.

No obstante, si tienes un acné por el uso de mascarilla que es más leve, puedes mantenerlo a raya siguiendo las siguientes recomendaciones. Aunque, la primera regla y la más importante, es seguir una buena y constante rutina de higiene facial. ¡No lo olvides!

Además de las pautas de cuidado de la piel que te explicamos a continuación, otras prácticas que también pueden ayudarte es evitar tocarte la cara (y mucho menos los granitos), usar toallas de microfibra y cambiar de forma frecuente la funda de la almohada.

Limpieza facial adecuada

Como decíamos, la norma esencial para decirle adiós al maskné es mantener una higiene facial correcta. De esta forma, evitarás, en la medida de lo posible, la aparición de granitos por la mascarilla. Por tanto, sé constante y usa un limpiador ligero y sin jabón (compatible con tu tipo de piel) por la mañana y por la noche.

Los dermatólogos también recomiendan aplicar un producto exfoliante por la noche y dos veces a la semana para promover la desobstrucción de los poros.

Además de tener la piel limpia, intenta prescindir del uso de maquillaje, ya que estos cosméticos agravarán más la aparición de los granitos.

Hidratación específica

¿Sabes que la sequedad en la piel también favorece la aparición de acné por el uso de mascarillas? Uno de los errores más frecuentes es dejar de lado la hidratación al ver que tenemos acné. Por ello, además de limpiar tu piel en profundidad, ¡recuerda que debes nutrirla! Los especialistas recomiendan aplicar la crema hidratante, como mínimo, entre una hora y media hora antes de colocarnos la mascarilla.

Tónico como refuerzo

Si hay un producto infalible para reforzar la higiene facial y evitar el maskné, ese es el tónico. Y es que, su gran poder purificante, te ayudará a eliminar toxinas, a regular el sebo, y a restaurar tu cutis para que luzca sin imperfecciones. Así que no dejes de incorporar este producto para complementar la limpieza del rostro.

Asimismo, aparte del tónico, puedes agregar otros productos para proteger la zona que cubrimos con la mascarilla y evitar rozaduras e irritaciones cutáneas.

Tratamientos anti-acné

Existen activos como el peróxido de benzoílo o los reinoides que son eficaces para combatir el acné. Eso sí, también suelen irritar la piel y, por ello, es mejor usarlos de noche y nunca bajo la mascarilla.

En cualquier caso, para comprobar si necesitas o no un tratamiento anti-acné, deberás acudir al especialista.

Dejar respirar la piel

Los especialistas recomiendan además que, en la medida de lo posible y siempre respetando las medidas de seguridad, descansar de la mascarilla como mínimo cada dos horas. De esta manera, aireamos la zona y favorecemos la oxigenación de la piel, evitando la propagación de bacterias.