Todos sabemos que llevar un estilo de vida saludable es clave para estar en buenas condiciones de salud y de bienestar. A raíz de la pandemia, son muchas las personas que han tomado una mayor conciencia y que se preocupan por llevar una vida más sana. Pero, ¿en qué se basa este modo de vida? ¿Qué entendemos por “hábitos saludables”? ¡Síguenos y te lo explicamos!

Eso sí, si, como profesional del ámbito de la salud, quieres guiar a las personas hacia esta dirección, puedes formarte con el Curso de Nutrición Deportiva + Máster en Coaching Nutricional. Esta formación te proporcionará conocimientos específicos y técnicos para inculcar buenos hábitos en procesos dietéticos y deportivos.

¿Qué entendemos por un estilo de vida saludable?

De acuerdo a la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un estilo de vida saludable es el resultado de un conjunto de hábitos que dan lugar a un “estado de completo bienestar físico, mental y social“.

Entre estos hábitos destaca la alimentación, el ejercicio físico, el desarrollo personal y profesional, el descanso, la prevención de enfermedades y la actividad social, entre otros.

Alimentación, ejercicio físico y descanso: los pilares de una vida saludable

La dieta, el deporte y el descanso son los tres pilares fundamentales en los que se basa un estilo de vida saludable y todos funcionan a la par y se ven influenciados entre sí. Por ponerte un ejemplo, dormir bien repercute directamente sobre nuestro rendimiento deportivo y este también se ve influenciado por los alimentos que ingerimos.

Dieta sana, variada y equilibrada

Somos lo que comemos y no es una habladuría. La alimentación es la base de nuestra salud y los alimentos que incluimos en nuestra dieta diaria influyen positiva o negativamente sobre el funcionamiento del organismo y en la prevención de enfermedades.

Por tanto, tus menús diarios deben formar en su conjunto una dieta saludable, variada y equilibrada. ¿Esto que quiere decir? Significa que debes seguir una dieta acorde a los principios de la pirámide nutricional en las proporciones adecuadas para satisfacer las necesidades nutricionales.

Para llevar unos hábitos alimenticios saludables ten en cuenta las siguientes recomendaciones y no olvides apostar por comida real, libre de azúcares refinados y grasas saturadas. Asimismo, trata de consumir alimentos de proximidad y ecológicos:

  • Verduras y hortalizas: dos o más raciones al día de entre 150-200 gramos.
  • Frutas: tres o más raciones diarias de 120-220 gramos.
  • Patatas, arroz, pasta y pan: entre cuatro y seis raciones al día. Las proporciones serían de 60-80 gramos de pasta o arroz, 40-60 gramos de pan y 150-200 gramos de patata.
  • Lácteos: entre dos y cuatro raciones al día. Las cantidades equivalentes para cada alimento serían 200-250 ml de leche o de yogur, 40-60 gramos de queso curado y 80-125 gramos de queso fresco.
  • Carnes y pescados: entre tres y cuatro raciones a la semana e ir alternando su consumo. (Porciones de 100-150 gramos aproximadamente).
  • Legumbres: entre dos y cuatro raciones semanales de 60-80 gramos.
  • Frutos secos: entre tres y siete raciones a la semana de 20-30 gramos.
  • Los embutidos, carnes rojas, grasas (dulces, snacks, bollería), refrescos, mantequillas y margarinas deben consumirse de forma muy ocasional y moderada. Por tanto, no deberán formar parte de tu estilo de vida saludable.
  • Agua: hidratarse bien es imprescindible para gozar de una buena salud. Beber entre 1 litro y medio y dos de agua al día es primordial, y mucho más en verano, cuando nuestro cuerpo reclama más hidratación.

Actividad física

El deporte se asocia a múltiples beneficios para las personas. La OMS advierte que la inactividad física es un problema de salud pública a nivel mundial. Según este organismo, al menos un 60% de la población en todo el mundo no realiza el ejercicio necesario para beneficiarse de una buena calidad de vida.

Ser una persona activa físicamente es esencial para mantener una buena condición física y prevenir distintas enfermedades cardiovasculares como la hipertensión o la obesidad y otras patologías metabólicas como la diabetes tipo 2. Asimismo, hay estudios que apuntan que el sedentarismo puede estar asociado a un mayor riesgo de padecer algunos tipos de cáncer como el de colón, próstata, de ovarios o de útero.

Al realizar deporte de forma habitual, activamos el sistema circulatorio y potenciamos los niveles del colesterol bueno. Igualmente, al estar activos, incrementamos la flexibilidad, reducimos la fatiga y mejoramos el tono muscular.

Recomendaciones para ser menos sedentarios

Tener unos hábitos saludables pasa por moverse y mantener una vida activa. Las recomendaciones de actividad física según los grupos de edad serían las siguientes:

  • Menores de cinco años: promover la actividad física en entornos seguros cuando todavía no caminen. Cuando ya anden, lo ideal es que se mantengan activos durante al menos tres horas al día.
  • Desde los cinco hasta los 17 años: se recomienda practicar actividad física moderada al menos durante una hora al día e incluir actividades aeróbicas y de fortalecimiento muscular al menos tres días a la semana.
  • Adultos: como mínimo, a la semana, se deben realizar unos 150 minutos de actividad física moderada (o 75 minutos de actividad de más intensidad como correr, por ejemplo). Asimismo, se recomienda la práctica de ejercicios de fuerza un par de días a la semana. En personas mayores, también se aconseja añadir actividades para mejorar el equilibrio.

Descanso

Dormir bien es clave para mejorar la calidad de vida. No descansar las 7-8 horas recomendadas puede acarrear la aparición de trastornos físicos y mentales que perjudican la salud. Si te cuesta conciliar el sueño prueba de tomar una infusión de melisa o de flor de azahar antes de acostarte y procura desconectar de las pantallas un tiempo antes de ir a dormir.

¿Qué otros hábitos son sanos mejoran la calidad de vida?

Además de los tres pilares de un estilo de vida saludable, hay otros hábitos sanos que no deben faltar en nuestro día a día. ¡Toma nota!

  • Higiene personal. Mantener una buena rutina en este sentido evita diferentes patologías dermatológicas y bucodentales.
  • Actividad social para disfrutar de la compañía de los tuyos y del placer de relacionarte y de divertirte con tus seres queridos. Eso, también es salud, ¡no lo olvides!
  • Suprimir los malos hábitos como el tabaco o el alcohol y reducir el consumo de cafeína es la primera norma para adquirir unos hábitos más saludables.
  • Adiós al estrés. Estar en continua tensión es un riesgo para nuestra salud y no nos ayudará a conseguir una vida saludable. ¿Qué tal si te inicias en la meditación ¡Puede ayudarte y mucho!
  • Activar la mente con juegos mentales, un rato de lectura o dedicando tu tiempo a un nuevo aprendizaje también contribuye a un estilo de vida saludable.
  • Practicar el positivismo es la mejor medicina para todos los males. Mantener una actitud de optimismo y ponerle buena cara a la vida es una de las mejores garantías de salud, tanto a nivel físico como mental. ¡No dejes de sonreír!