La elección de un plan nutricional determinado depende de los objetivos que tiene la persona y, a la vez, de sus características propias. En este caso, la dieta personalizada es la mejor alternativa para quienes quieren adelgazar con una alimentación hecha a su medida. Como sabemos, existen infinidad de dietas y cada una se dirige a un perfil de paciente, en función de las necesidades de cada uno de ellos.

Este tipo de dietas que se adaptan a requerimientos particulares son elaboradas por nutricionistas formados con Cursos de Dietas. Así que, si te apetece crear planes de alimentación personalizados, te sugerimos estudiar un Máster Dietética y Nutrición para convertirte en todo un experto/a nutricional.

Una dieta personalizada para cada cuerpo 

Antes de profundizar en el concepto de dieta personalizada y sus tipologías, debemos tener en cuenta que las personas tenemos cuerpos muy distintos. Éstos pueden clasificarse en ectomorfo, endomorfo y metamorfo.

Un cuerpo ectomorfo es aquel que tiene una constitución delgada y poca grasa. Por ello, digiere rápidamente la grasa que consume y la transforma en energía. Las personas que tienen este tipo de cuerpo requieren una dieta con mayor porcentaje en hidratos de carbono.

Por otro lado, encontramos a los endomorfos. Son cuerpos con mayor masa corporal y un metabolismo más lento. Esto hace que su dieta deba contener una menor proporción de carbohidratos y una mayor cantidad de grasa y proteínas.

Y, por último, el cuerpo metamorfo es un intermedio entre los dos anteriores. Con lo cual, las personas con este perfil no deben abusar excesivamente de la comida, pero queman grasa con más facilidad que quienes tienen un cuerpo endomorfo.

Además de estos grupos definidos, hay que tener en cuenta otros factores. Y es que, aunque dos personas tengan el mismo cuerpo, lo más probable es que el resultado sea distinto. De hecho, aquí también interviene la nutrigenética. Es decir, la influencia de nuestros genes en la alimentación. Así que, son muchos los factores que pueden influir en la elaboración de una dieta personalizada. A continuación, vemos cuáles son los principales. ¡Vamos allá!

¿Qué factores intervienen en la elaboración de una dieta personalizada?

Existen varios factores a considerar antes de proponer una dieta adaptada a cada paciente. Algunos de los más importantes son los siguientes:

  • Parámetros antropométricos. Son las características físicas de una persona, por ejemplo: su peso, altura o tipo de cuerpo. Esto último, como hemos visto anteriormente, indica el porcentaje de músculo graso o magro de cada persona.
  • Parámetros bioquímicos. En algunos pacientes, hay que observar las analíticas de sangre para determinar si existen alteraciones importantes. Entre ellas, podemos destacar los casos de hipercolesterolemia, anemia, hiperuricemia o hipertrigliceridemia, entre otros.
  • Enfermedades y posibles cirugías. La existencia de enfermedades como la diabetes, insuficiencia renal o la hipertensión influyen sobre las dietas. Del mismo modo, también hay que tener en cuenta si han habido intervenciones quirúrgicas relacionadas con la pérdida de peso como la bariátrica o, también, si el paciente es portador de colostomia.
  • Tratamientos médicos y/o farmacológicos.  El consumo de medicamentos o algunos tratamientos específicos, como la quimioterapia, pueden requerir modificaciones en el tipo de dieta.
  • Afecciones del aparato digestivo, como el estreñimiento, la disfagia, el síndrome de Chron o el colon irritable. Los pacientes que padecen estas enfermedades necesitan una restricción de ciertos alimentos para reducir las molestias.
  • Alergias o intolerancias alimentarias. De poco sirve añadir alimentos saludables en una dieta si el paciente presenta alergias o intolerancias a los mismos.

Además de estas características relativas al cuerpo humano, hay que tener en cuenta otros aspectos sociales. La preferencia por determinados alimentos (vegetarianos, veganos), los horarios de las comidas e, incluso, las prácticas religiosas. Este último punto puede prohibir algunos alimentos en determinadas épocas y también es necesario introducir este factor en la planificación de una dieta personalizada.

Tipos de dietas personalizadas

Además de los factores que intervienen en la planificación de una dieta personalizada, hay que tener presente cuál es la finalidad del paciente. Los objetivos pueden ser, entre otros: mejorar la salud, bajar de peso, aumentar la masa muscular…

Teniendo en cuenta estas consideraciones, podemos distinguir varios tipos de dietas personalizadas.

Dieta hipocalórica. Aquí, el objetivo es bajar de peso y, por tanto, consumir pocas calorías. Esta dieta se caracteriza por realizar cinco comidas al día, restringiendo únicamente alimentos con alto contenido en azúcares y grasas saturadas. El cómputo total de calorías hay que calcularlo teniendo en cuenta el ejercicio físico que va a realizar el paciente. La idea es crear una deficiencia de calorías en nuestro cuerpo, de modo que éste tiene que recurrir a la grasa acumulada para producir energía. Los alimentos que se ingieren fundamentalmente son frutas y verduras.

Dieta hipercalórica. En este caso, se ingiere un exceso de calorías para aumentar de peso. Estas dietas deben ser controladas estrictamente por profesionales y se deben combinar también con actividad física. Además, es imprescindible ingerir alimentos de alta calidad y evitar procesados con grasas saturadas y azúcares añadidos.

Dieta equilibrada. Esta dieta se conoce como basal y su mayor representación la encontramos en la dieta mediterránea. El objetivo primordial de estas dietas es mejorar la salud y controlar nuestro peso. Para ello, se eliminan grasas y carbohidratos de baja calidad y se sustituyen por otros mejores. Así, se incluye el aceite de oliva como fuente de grasa, las frutas como ingesta de azúcar y las harinas de calidad como carbohidratos.

Dietas bajas en proteínas o ricas en proteínas. En el primer caso, se trata de dietas con déficit de proteínas debido a enfermedades del riñón. Mientras que, el caso contrario puede aplicarse en situaciones de delgadez extrema como consecuencia de malnutrición o trastornos alimenticios como la anorexia.

Estas son algunas dietas personalizadas más reconocidas. Eso sí, si requieres una alimentación adaptada lo más adecuado es que acudas a un especialista. Porque, como has visto, cada cuerpo es un mundo y los requerimientos también son distintos.

Beneficios de las dietas adaptadas a cada paciente

Las ventajas de recurrir a un especialista para seguir una dieta adaptada son numerosas. En primer lugar, el experto/a nos explicará todo el proceso, los resultados que podemos esperar y en qué tiempo vamos a alcanzarlos. Además, durante el seguimiento, podemos seguir un control y analizar cada paso de una forma totalmente objetiva.

Otra de los beneficios es que nos va a dar consejos y trucos para no abandonar la dieta. Y no solo eso, sino que, además, incrementará nuestra motivación para que los resultados sean sean duraderos. Y es que,  en muchas ocasiones, tras ver los primeros resultados abandonamos los hábitos saludables que hemos adquirido.

En definitiva, realizar una dieta personalizada es beneficioso en todos los sentidos. A partir de tus objetivos, una alimentación adaptada a tus necesidades mejorará notablemente tu bienestar y calidad de vida.

Cómo hacerse una dieta personalizada: pautas a seguir

Debes tener presente que, los técnicos en dietética y nutrición, son los profesionales cualificados para diseñar y asignar dietas personalizadas. Si te preguntas cómo hacerse una dieta personalizada, estos son los pasos que los especialistas tienen presente:

  • El primer paso es analizar los gustos personales. Igualmente, hay que tener en cuenta los hábitos alimenticios y estilo de vida de cada persona.
  • A la hora de diseñar la dieta, ésta debe apetitosa y saciante. De lo contrario, no será duradera y no dará los resultados esperados.
  • Independientemente de los gustos de cada persona, toda dieta personalizada debe ser variada, equilibrada y completa en alimentos saludables.
  • Otro requisito es no prohibir alimentos. La idea es basar la dieta en alimentos esenciales e ir incorporando otros. Las dietas adaptadas se fundamentan en grupos de alimentos prioritarios más que concretos.
  • Hay que jugar con la forma de cocinar y de combinar los alimentos para hacerlos más apetecibles.
  • No hay que olvidar la importancia de realizar un seguimiento de una dieta personalizada. El especialista irá adaptando la alimentación en función de los cambios y necesidades del propio paciente.