La auriculoterapia es una terapia ancestral y natural que deriva de la acupuntura. Se trata de una técnica que consiste en la estimulación de unos determinados puntos en el  pabellón auditivo. Según esta terapéutica, el cuerpo humano se puede representar en la oreja como si fuese un feto en el útero materno. Así, cada punto resulta ser el reflejo de un órgano concreto.

Sobrepeso, depresión, dolores musculares, estrés o trastornos menstruales son algunos de los problemas que pueden tratarse con esta terapia. Descubre, a continuación, qué es, cuál es su origen y cuáles son sus principales beneficios. Y, si quieres profundizar en su técnica, quizá te interesa formarte con el Curso Acupuntura para ejercer las terapias alternativas de forma profesional.

¿Qué es la auriculoterapia?

Es un método con el que se puede tratar y diagnosticar el cuerpo humano a través del pabellón auricular. En este, se reflejan algunos desequilibrios que se pueden aliviar mediante la estimulación de los puntos adecuados. Es un proceso tan sencillo como eficaz que abarca una gran cantidad de posibilidades terapéuticas.

El ritmo de vida actual es frenético. El cuerpo tiende a desequilibrios y la calidad de vida se ve afectada a raíz del estrés. No obstante, la tensión  no es la única razón por la que puedes encontrarte mal. Recuerda que esta terapia es milenaria y proviene de la antigua China. Y en esta época, no vivían sometidos a tanto estrés como en la actualidad, pero ya se utilizaba la técnica para mejorar la salud de las personas.

Este método se basa en los principios de la acupuntura, pero se enfoca a la cartografía auricular. Se utilizan microesferas magnéticas para estimular las zonas reflejas. Con ese estímulo, se repercute en la zona que necesites gracias a los impulsos nerviosos. Además, cabe apuntar que, una de las ventajas que tiene la auriculoterapia o auriculopuntura si la comparamos con la acupuntura, es que el trabajo con las esferas que están en contacto con la superficie de la piel evita el riesgo de infección, que podría suceder con el pinchazo de una aguja.

Cuando una zona del cuerpo está desequilibrada, los puntos reflejos reaccionan. Puede evidenciarse con dolor a la palpación o mediante signos visibles como úlceras, rojeces o formación de escamas. Esto facilita que se pueda realizar un diagnóstico determinado.

Orígenes de la técnica terapéutica

Los primeros registros que existen sobre la auriculoterapia proceden de una recopilación de escritos médicos fechados en el año 1400 a.C. En ellos se reproduce una importante parte de los conocimientos de la medicina tradicional china, basada en la filosofía taoísta.

Los expertos de la medicina china descubrieron que, con la estimulación de algunos puntos del pabellón auditivo, se podían tratar problemas de salud tanto físicos como mentales. Años después, en la Grecia clásica, se estudió la relación de esta terapia con la menstruación y otros problemas sexuales.

20 siglos más tarde se reutilizó esta técnica en Occidente como solución a dolores bucales y a trastornos de ciática. La evolución en su uso fue muy lenta hasta la década de los 50 del pasado siglo, cuando el médico francés Paul Nogier comenzó a tratar con esta técnica la ciática de sus pacientes.

Desde este periodo, se dedicó al estudio de la auriculoterapia y se ocupó de difundirlo entre sus compañeros de profesión. Algunos de sus colegas dudaban de él por la ausencia de una base científica que avalara el proceso. Esto finalizó cuando el doctor Jacques Niboyet diseñó un equipo con capacidad para detectar los puntos de mayor energía de la oreja. Entre 1954 y 1956, se dedicó a elaborar un mapa auricular concretando los puntos exactos de la oreja y su conexión con el resto del cuerpo. Además, exploró otras formas de estimulación como los ultrasonidos y técnicas magnéticas, lumínicas o químicas.

¿Cuáles son los beneficios de la auriculoterapia?

La auriculoterapia está especialmente indicada para tratar problemas como la ansiedad, el insomnio, la enuresis nocturna o el tabaquismo. Asimismo, también se aconseja para abordar algunos trastornos psíquicos, el alcoholismo, la obesidad, las alergias, los problemas digestivos o endocrinos, las enfermedades crónicas y el bloqueo Qui en ciertos meridianos.

Ahora que ya conoces para qué está indicado su uso, a continuación te contamos cuáles son los beneficios de esta técnica.

Problemas ginecológicos

Es muy eficaz para tratar la dismenorrea, ya que aumenta el flujo al tiempo que reduce el dolor. También es muy útil cuando se sufre un cese repentino de la menstruación con espasmos uterinos. Esto puede afectar a la concepción, porque con las contracciones se bloquea el ascenso de los espermatozoides.

Sobrepeso

Es una de las terapias más demandadas. Sin duda, se trata de uno de sus beneficios más ampliamente conocidos debido a su capacidad para prevenir la retención de líquidos, contribuir a la eliminación de toxinas y combatir la ansiedad que se padece en algunos casos al hacer dieta. A su vez, crea una sensación de saciedad de la mano de la liberación de endorfina¡s que provoca que se reduzca el apetito.

Esta terapia se puede considerar un complemento efectivo, pero no es una terapia que, en sí misma, ayude a que pierdas peso. Para ello necesitarás una alimentación equilibrada y sana, además de practicar ejercicio de forma regular, al menos, tres veces por semana.

Dolor

Los expertos en esta técnica afirman que resulta muy eficaz en determinados tipos de dolor como neuralgias, ciáticas o cefaleas. También en trastornos orgánicos y funcionales como el vértigo, el estreñimiento, el insomnio o el asma.

Ansiedad, depresión y estrés

Al liberarse endorfinas, los pacientes muestran una mejor predisposición para afrontar su día a día. Por tanto, esta técnica también contribuye a equilibrar estados de estrés, ansiedad y depresión.

¿Tiene esta terapia contraindicaciones?

A pesar de todos los beneficios citados, la auriculoterapia también tiene algunas contraindicaciones que debes tener en cuenta:

  • Personas con problemas en las orejas como eczemas, cortes o quemaduras deben esperar a que se restaure la piel antes de someterse a esta terapia.
  • Se desaconseja su práctica en mujeres embarazadas, ya que se pueden llegar a estimular hormonas que perjudiquen la gestación.
  • Es posible que no tenga efecto o que este sea limitado en personas con trastornos degenerativos, esquizofrenia, hipertensión, anemia, insuficiencia cardíaca, enfermedades contagiosas o problemas en la médula espinal. En todos estos casos no es que se contraindique la terapia, sino que no hay evidencias de resultados positivos.
  • No es eficaz tampoco en personas que consuman dosis altas de psicofármacos.