¿Comes cuando realmente tienes hambre? La alimentación consciente nos enseña a alimentarnos correctamente, ya permite un mayor control sobre la sensación de hambre y nos ayuda a prestar más atención a los alimentos. Nuestro propósito hoy es guiarte hacia esta dirección para que aprendas a comer, disfrutando de cada bocado y sin dejarte influenciar por las emociones. En cualquier caso, si quieres profundizar más sobre estos temas, puedes cursar nuestra doble titulación en Prevención del Sobrepeso y Mejora de la Nutrición y formarte también en la disciplina del coaching nutricional, una herramienta es esencial para generar buenas conductas en relación a la forma de alimentarnos.

¿Qué es la alimentación consciente o Mindful Eating?

Seguramente debes asociar esto de la alimentación consciente con la atención plena o el mindfulness. Si es así, no vas mal desencaminado, ya que este tipo de alimentación se basa en la capacidad de concentrarnos en la comida que ingerimos, disfrutando de sus sabores, apreciando sus diferentes texturas y sintiendo el placer que nos genera el buen comer.

Y es que, si tomamos una mayor consciencia de lo que comemos tendremos una relación más sana con la comida.

Beneficios del Mindful Eating

Ya sabemos que la atención consciente puede ayudarnos a concentrarnos en el presente y disfrutar del momento actual, dejando a un lado las preocupaciones y las obligaciones que tengamos.

Con la comida, sucede exactamente lo mismo. Si ponemos el foco en cómo, cuándo y de qué alimentarnos, seremos más capaces de identificar si debemos comer porque realmente tenemos hambre o si, de lo contrario, vamos a hacerlo porque nos influyen otros aspectos, como el estrés o la ansiedad, por ejemplo.

Pero aún hay más. La alimentación consciente es una buena elección por toda esta suma de beneficios. ¡Toma nota!

Contribuye a la pérdida de peso

Si tu objetivo es adelgazar, además de generar el famoso déficit calórico, practicar el Mindful Eating te ayudará a dejar de ingerir calorías innecesarias y a mantener a raya los atracones.

Favorecerás la digestión

Una de las virtudes de alimentarse de forma consciente es que comemos más despacio y esto, tiene un efecto muy positivo sobre el funcionamiento del intestino.

Experiencia gastronómica plena

Comer con atención plena permite conectar 100% con los alimentos que ingerimos y disfrutar de todos los beneficios que nos aportan.

Relación sana con la comida

Este tipo de alimentación contribuye a establecer una relación más positiva y equilibrada con los alimentos, siendo más conscientes de las señales de hambre y de saciedad. Y, a la vez, esto también es esencial para reforzar la prevención de trastornos de la conducta alimentaria (como el trastorno por atracón o la bulimia principalmente).

Cómo comer de forma consciente

Hablamos continuamente de todos los aportes que tiene para la salud la alimentación consciente. Sin embargo, ¿cómo ponerla en práctica? Puede parecer sencillo a priori pero a la hora de la verdad, ¿sabes cómo conjugar comida y atención plena? ¡Te damos las claves para conseguirlo!

Come solo cuando tengas hambre

Quizá te parece una tontería pero párate a pensar y analiza si realmente, cuando comes, lo haces porque sientes hambre real o es más bien hambre emocional.

Esta pauta es fundamental para comprobar si verdaderamente necesitamos comer o es el estrés, el aburrimiento o la gula los que han tomado el mando. Y, en este caso, lo más recomendable es distraer la mente con otra cosa y evitar esa ingesta de alimentos innecesaria que solo aportará calorías vacías a tu dieta.

Bebe agua

Ya sabemos que el agua puede incrementar la sensación de saciedad en el estómago. Asimismo, ¿sabías que beber un vaso de agua antes de comer puede reducir la ansiedad provocada por el hambre? ¡Toma nota!

Saborea cada bocado

Una de las reglas del Mindful Eating o alimentación consciente es saborear la comida y experimentar las sensaciones que nos aporta cada ingrediente. ¡Ponlo en práctica y disfruta de cada alimento!

Sírvete y come en la mesa

Un truco para evitar comer por comer es servirte la comida y llevarte solo el plato a la mesa (junto con el agua). Así también podrás concentrarte en el contenido y cantidad de ese plato, sin pensar en el resto de comida que hayas dejado en la cocina.

Con tranquilidad y sin prisas

Come de forma relajada y sin prisas. ¿Sabías que al menos deberíamos destinar unos 20 minutos a comer para alcanzar esa sensación de saciedad? Si estás más acostumbrado/a a hacerlo de manera más rápida y casi sin pensar, ten paciencia a la hora de incorporar el hábito.

Aprender a comer de forma consciente conlleva un aprendizaje que poco a poco irás integrando en tu rutina diaria. Para hacerlo más fácil, en un principio puedes empezar a ponerlo en práctica en algunas comidas. Verás como, progresivamente y sin darte cuenta, terminarás poniendo atención plena en todos los platos.

Asimismo, mientras estás comiendo intenta dejar los cubiertos en la mesa, ya que así controlarás más el ansía de comer de forma prácticamente automatizada.

Fuera distracciones

Tan importante es comer de forma relajada y sin agobios, como mantener alejadas las distracciones  (mirar el móvil, el ordenador o la televisión, por ejemplo) que nos impidan concentrarnos en la comida. Tampoco es buena idea comer de pie, ya que serás menos consciente de lo que estás haciendo.

Recuerda que cuando comas pon todos los sentidos en ello, siendo consciente de qué estás comiendo y qué sensaciones te está produciendo.

Reconoce la sensación de saciedad

Otro de los aspectos fundamentales en la alimentación consciente es aprender a identificar las señales de saciedad y parar de comer cuando esto suceda. Es decir, no hay que dejar de comer cuando nos sintamos totalmente llenos, el momento de hacerlo es mucho antes.

Sigue una dieta variada y equilibrada

No te obsesiones contando calorías y valorando todos y cada uno de los alimentos que ingieres. ¡La clave está en el equilibrio! Procura llevar una alimentación completa donde prime la variedad, así podrás identificar mejor las señales de hambre real y de saciedad.