Los rellenos faciales se han convertido en uno de los tratamientos estéticos más efectivos para eliminar las arrugas y rejuvenecer la piel del rostro. Si quieres ampliar tus conocimientos en medicina estética puedes formarte con el doble  Máster en Tratamientos Faciales y Corporales, donde conocerás esta y otras técnicas de rejuvenecimiento.

¿Qué son los rellenos faciales y para qué se utilizan?

Un relleno facial consiste en la infiltración de una sustancia que suaviza la profundidad de las líneas de expresión. Se trata de un tratamiento de reestructuración facial para reducir las arrugas y devolver el volumen al rostro.

Y es que, con el paso del tiempo provoca la pérdida del colágeno y la elastina, entre otras sustancias, y traen como consecuencia la aparición de imperfecciones y el descolgamiento progresivo de algunas zonas del  rostro.

Por ello, el uso de esta técnica es siempre aconsejable para eliminar arrugas y lucir una piel radiante.

¿Cómo se aplican?

Mediante la inyección del tipo correspondiente en la zona a tratar. Se trata de una intervención ambulatoria, pero se emplea anestesia local para evitar que el paciente sienta los pequeños pinchazos en el rostro. Las sesiones tienen una duración media de una hora aproximadamente.

Es habitual la aparición de pequeños moratones o de hinchazón en las áreas intervenidas durante la semana posterior al tratamiento. En ocasiones, se puede aconsejar una inyección de retoque para mejorar el resultado final. Aunque todo dependerá de cada caso particular.

¿Cómo ayudan a mejorar el rostro?

Los rellenos faciales consiguen que tu expresión rejuvenezca con facilidad. Notarás que tus pómulos se elevan y que tu piel recupera su tersura. Además, el resultado es muy natural; ayuda a equilibrar el volumen de las distintas áreas de tu rostro y difumina las imperfecciones.

Relleno facial con ácido hialurónico

Tu cuerpo produce el ácido hialurónico de manera natural, aunque el paso del tiempo provoca su pérdida progresiva. Por ello, al inyectar este componente, tu organismo no lo recibirá como un elemento extraño, lo cual facilita el proceso de relleno y que alcances tus objetivos más fácilmente.

El relleno de ácido hialurónico, que se aplica a través de micro-inyecciones en la dermis, repone la sustancia faltante como consecuencia del proceso de envejecimiento y, asimismo, permite restaurar contornos del rostro y los labios, así como recobrar el volumen perdido.

Esta sustancia es una gran aliada para reducir, tonificar y rejuvenecer la piel y por ello, es uno de los tipos de rellenos faciales más utilizados.

Otros tipos de rellenos faciales existen

Además del relleno de ácido hialurónico facial, hay otras cuatro alternativas que puedes elegir, de acuerdo a tus propias necesidades.

En todo caso, el especialista será el encargado de escoger el más apropiado para ti tras comprobar el estado de tu piel.

Ácido poliláctico

Su uso está destinado a mejorar tu rostro si has padecido una enfermedad que haya alterado tu expresión o si eres una persona de una edad avanzada.

Hidroxiapatita cálcica

Es el relleno facial más usado cuando las líneas de expresión, los pliegues o las arrugas son más profundos. Sus efectos duran un año, aunque es posible beneficiarse de ellos hasta tres años. También es una técnica ideal para acentuar el contorno del óvalo facial y recuperar el volumen original de las mejillas.

Lipofilling o relleno facial con grasa propia

Se trata de una liposucción en la parte inferior de tu abdomen o de otra zona de tu cuerpo, se limpia la grasa y se te inyecta, tras realizarte pequeñas incisiones, en las mejillas, las sienes, la frente o los labios. Solo es necesario volver a intervenir para compensar la natural reabsorción de la grasa por parte del organismo.

Relleno de tejido blando

Se usa para eliminar los famosos «códigos de barras» que aparecen bajo la nariz. No suele ser la primera opción, ya que siempre se intenta probar otras alternativas para comprobar su eficacia.

¿A quién se dirigen este tipo de tratamientos?

Si bien ya te hemos dado algunas nociones al respecto, es importante destacar que son tratamientos aptos para personas de cualquier edad. Sin embargo, no van a hacerte demasiado efecto si eres joven, ya que sigues produciendo, de manera natural, las mismas sustancias que van a inyectarte.

La elección del tratamiento más adecuado se lleva a cabo tras la realización de un estudio de la piel. Se analiza el nivel de flacidez, el estado del contorno facial, la profundidad de las arrugas y el nivel de fotoenvejecimiento. El objetivo final es encontrar la opción que le devuelva la naturalidad a tu rostro rejuveneciéndolo fácilmente.

¿Cuáles son los efectos y cuánto tiempo duran?

Los efectos de los rellenos faciales suponen un cambio en tu rostro ligeramente apreciable. Difuminando las líneas de expresión, eliminando las arrugas y recuperando la elasticidad podrás aparentar que tienes varios años menos. Sin embargo, es importante reseñar que el mejor tratamiento es el que no se nota a simple vista. Huir de la estridencia es siempre positivo. En lo que respecta a sus efectos, todo dependerá del tipo de relleno elegido:

  • Ácido hialurónico: lo habitual es que los efectos duren entre seis meses y un año.
  • Ácido poliláctico: sus efectos son visibles durante los dos años siguientes al tratamiento.
  • Hidroxiapatita cálcica: los efectos se notan durante un año.
  • Lipofilling o relleno facial con la propia grasa: son los más duraderos, dependiendo de la velocidad de reabsorción del organismo.
  • Tejido blando: es el más duradero, ya que el cuerpo no lo va a absorber, al tratarse de un elemento externo y fijo.

¿Cuáles son las contraindicaciones y las reacciones adversas de los rellenos faciales?

No debes exponerte a un tratamiento de estas características si tienes problemas con tu sistema inmunitario o si tomas medicamentos para evitar la coagulación de la sangre. Además, debes saber que podrías exponerte a diversas reacciones:

  • Reacción alérgica en la zona donde se ha aplicado la inyección.
  • Problemas circulatorios en el área intervenida (hematomas o sangrados).
  • Infecciones.
  • La irregularidad de la superficie, la firmeza y el contorno de la piel.
  • Posibles roturas de los vasos sanguíneos.

¿Por qué es indispensable confiar solo en clínicas profesionales?

Es habitual comprobar cómo hay centros de estética que ofrecen los tratamientos arriba indicados. Teniendo en cuenta sus características, no resulta nada recomendable ponerse en manos inexpertas en un espacio que no esté esterilizado correctamente. Además, en una clínica especializada se procede a un estudio previo, arriba detallado, que te ofrece las máximas garantías de seguridad. No olvides que se trata de mejorar tu imagen, pero también de proteger tu salud.

Así, los rellenos faciales son una opción ideal para que tu cara ofrezca su mejor versión. Ahora que conoces toda la información al respecto, seguro que te resulta mucho más fácil apostar por una de las alternativas más fiables. Escoge bien dónde vas a someterte al tratamiento, confía solo en profesionales y comienza el proceso de renovación de la piel de tu rostro.