El verano es la época del año en que más atención debemos prestar a cuidar nuestra piel. Los excesos de sol pasan factura y, además de quemarnos, es muy común la aparición de manchas en la piel. Sin embargo, hay que tener en cuenta otras factores que también contribuyen a que aparezcan más imperfecciones cutáneas. Las manchas, por ejemplo, también se dan por alteraciones hormonales o causas genéticas. ¿Quieres saber más? ¡Quédate! Hoy te contamos qué tipo de manchas hay, cómo identificarlas y combatirlas.
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Índice de contenidos
Tipos de manchas en la piel
Todos los tipos de manchas en la piel suponen una pigmentación cutánea. Esta puede ser de un tono más claro o más oscuro. Ambas se clasifican en manchas por hipermentación o manchas por hipopoigmentación. En el primer caso, hablamos de un exceso de melanina y, en el segundo, sucede justo lo contrario.
Manchas por hiperpigmentación
Este tipo de manchas son las más comunes. Ejemplo de ello son los lunares o pecas, las manchas por envejecimiento, las manchas solares o las que se ocasionan a causa de enfermedades o patologías específicas.
Pecas y lunares
Las pecas, junto con los lunares, son los principales ejemplos de pigmentación en la piel. Son pequeñas y de tonalidad marrón debido a la acumulación de pigmento. Se aprecian más en las pieles claras y, en principio, no suponen un problema de salud.
¿Te preguntas por qué salen? Su aparición se debe a una mutación genética en el cromosoma 4 o por el sol.
Por otra parte, los lunares son neoformaciones de células pigmentadas. Suelen ser planos aunque pueden tener relieve y diferentes tonos que van desde el marrón al negro. ¿Cuándo aparecen? Podemos tenerlas de nacimiento o pueden surgir con el paso del tiempo debido a factores hormonales. De hecho, es muy común su aparición durante periodos como la pubertad o el embarazo.
En cuanto a los lunares, es importante seguir su evolución, ya que pueden cambiar de color y textura. Por ello, es conveniente controlarlos con el especialista, ya que en algunos casos puede estimar quitarlos. Asimismo, pueden ser peligrosos y transformarse en melanoma.
Manchas por la edad
Este tipo de manchas se caracteriza por una forma más pequeña (de unos dos centímetros), de color marrón y similar a las pecas. También es recomendable que el dermatólogo las vaya revisando.
En este caso, las manchas de envejecimiento surgen a raíz de alteraciones hormonales agravadas por una exposición solar excesiva. Es así porque, con los años, van quedado reflejadas aquellas zonas que han estado en contacto con el sol.
Manchas solares
Las manchas solares se asemejan a las manchas por la edad. Tienen un tamaño y color parecido, de un marrón claro. Para prevenirlas es fundamental utilizar una protección solar alta.
El lentigo solar es el resultado de una excesiva exposición al sol. Y es que los rayos del sol alteran la melanina cambiando su pigmentación y originando manchas en la piel de color marrón. Hay que tomar conciencia de que, exponerse al sol sin protección, supone alteraciones malignas en la piel.
Melasmas
Se trata de alteraciones que se dan, principalmente, en mujeres. Son variaciones planas e irregulares de tonalidad parda. En este caso se distinguen tres tipos:
- Melasma epidérmico. Se concentra en la parte central del rostro y se distingue por tener bordes delimitados.
- Melasma dérmico. En este caso, aparece en la zona de los pómulos y sus bordes menos marcados.
- Melasma mixto. Es una mezcla del melasma epidérmico y del dérmico.
Mayoritariamente, los melasmas se originan durante el embarazo y suelen desaparecer después. Sin embargo, también pueden aparecer como efecto secundario de la toma de anticonceptivos orales.
Manchas por hipopigmentación
Hasta ahora, hemos profundizado en las manchas en la piel marrones, pero ¿y qué hay de las manchas blancas? Estas se engloban en el grupo de manchas por hipopigmentación y se distinguen los siguientes tipos:
Pitiriasis versicolor
Es una infección crónica de la piel y tienen un color blanquecino o rosado con una forma ovalada. Normalmente, se localizan en la espalda, pecho, cuello y hombros.
Pitiriasis alba
Estas manchas son más claras que el propio color de piel. Suelen aparecer en la parte de la cara, cuello, hombros y antebrazos. Aparecen como consecuencia del propio clima o por las agresiones químicas que dejan algunos cosméticos. Para cuidar estas manchas en la piel es fundamental hidratarlas en profundidad.
Vitíligo
Son manchas blancas más definidas y suelen localizarse en la zona de los ojos y la boca, así como en brazos y manos. Son más comunes en las personas con tez oscura. El principal problema que suponen es estético, ya que no duelen ni pican.
¿Por qué se producen? Estas manchas en la piel son originadas por un fallo del sistema auto inmune o debido a un factor congénito.
Cómo reducir o eliminar las manchas en la piel
Con el paso de los años, especialmente pasados los 40, el sol, las hormonas o la edad van quedando reflejados en la piel. Pero, ¿sabías que hay varios tratamientos dermatológicos que pueden ser útiles para eliminar o reducir las manchas de la piel? ¡Te contamos cuáles son los más eficaces!
- Láser: este tratamiento es especialmente efectivo para eliminar manchas rojas, marrones y tatuajes.
- Cremas despigmentantes: actúa contra las zonas oscuras, frenado la producción de melanina y renovando las células para que la piel recupere su tono habitual.
- Peeling químico: el peeling químico se utiliza especialmente para combatir los melasmas, aclarando la piel.
- Remedios caseros: ¿sabías que si preparas una mascarilla de patata puedes reducir las manchas oscuras? Además, ¡tu piel lucirá radiante! También puedes preparar una crema blanqueadora en casa. Solo necesitarás dos cucharadas de leche en polvo, unas gotas de glicerina vegetal, agua oxigenada, zumo de limón y, ¡listo!
- Vitaminas A, C y E: los alimentos ricos en estas vitaminas son muy eficaces para cuidar la piel. El pimiento, la calabaza o los aceites vegetales son buenos aliados.
- Terapia fotodinámica: se indica para acabar con las manchas solares, gracias a la estimulación de la producción de colágeno. Igualmente, mejora la elasticidad de la piel.