Los horarios laborales actuales, las tareas rutinarias y el frenesí de la ciudad han hecho del comedor escolar una opción necesaria. Cada vez son más mamás y papás los que necesitan que sus hijos tengan un menú escolar. Y, paralelamente, cada vez hay más preocupación sobre si son saludables o no. Por eso, desde Instituto DYN, donde podrás encontrar la mejor formación en nutrición y los cursos de elaboración de dietas, hacemos un repaso a fondo sobre algunos aspectos de la comida fuera de casa de los niños.

 

La composición nutricional de un menú escolar

Debemos estar atentos a cómo se compone, a nivel nutricional, un menú para un centro educativo. Para que no os quepa ninguna duda, antes de diseñar un menú escolar debemos estar atentos a estos consejos:

Diseño de la dieta

La dieta de un menú para una escuela debe basarse en la pirámide nutricional. Es decir, deben contener una alimentación variada y cocinada con diferentes métodos. Si se trata de una dieta enfocada a niños y jóvenes además, se deberá tener en cuenta la presentación. Cabe recordar que, en muchos casos, por donde entra primero la comida es por los ojos.

Primeros: Verduras y hortalizas diarias

Ya sea como primer plato, segundo plato o guarnición. La estructura ideal de una dieta saludable debe estar sostenida por las verduras y las hortalizas. En caso de que no estén presentes cada día, sus sustitutos deben ser legumbres, arroz o pasta.

Segundos: Proteínas

El segundo plato debe contener un aporte de proteína, por lo que preferentemente se basará en las carnes, el pescado o los huevos. Preparados en diferentes estilos y recetas, los acompañamientos o guarniciones serán preferentemente las verduras. Las patatas se pueden añadir como guarniciones, pero no siempre deben ser fritas.

Postres: fruta o lácteos

Algunos nutricionistas apuntan a la necesidad de reservar las piezas de fruta para los tentempiés. Sin embargo, lo cierto es que se deben incluir en la base de un menú escolar. Si se consumen las piezas de fruta como postre, ya tendremos mucho tiempo ganado para alcanzar las 5 piezas diarias recomendadas. Pueden alternarse con los lácteos.

Tamaño de las raciones

Este es también un punto muy importante. El tamaño de los platos de un menú escolar debe ser acorde a la edad de los niños a los que deberá alimentar. No debe tener ni demasiada cantidad ni demasiada poca.

Nutrientes básicos

Los nutrientes básicos que deben componer el menú de una escuela son los siguientes: hidratos de carbono completos (patatas, legumbres, cereales, verdura…), fibra, vitaminas y minerales.

 

El menú escolar: características

Apuntar a nuestros niños a seguir un menú en la escuela también tiene algunas consecuencias y factores que se deben conocer. A continuación vamos a dar un repaso:

Cambios en los hábitos alimentarios

Uno de los factores más usuales es que los pequeños experimenten un cambio de hábitos alimenticios respecto a lo que toman en casa. En la guardería o escuela, el ambiente para comer suele ser distendido y en compañía de otros niños. Esto fomenta que ellos mismos se motiven y acaben comiendo más y mejor. En casa, en cambio, los padres deben convencer al niño constantemente.

Comida diferente

Uno de los factores beneficiosos de que los niños sigan un menú escolar es que se acostumbran a comer productos diferentes. Ya sea por la manera en la que son cocinados (que difiere de la que practicamos en casa) o por los sabores y texturas que tengan.

Rutina

Aprender a convivir con una rutina en el tema nutricional es vital para el fomento de unos buenos hábitos nutricionales. Lógicamente, el menú debe ser variado, pero sufrir grandes alteraciones en nuestras rutinas es una mala idea.

El diseño específico de un plan de alimentación para una escuela es variado. Aun así, a la vez está enfocado específicamente a facilitar la adquisición de estos hábitos saludables.

Diversión

Muchas veces, al quedarse en el comedor de una escuela, los niños acaban asociando comida y diversión. De esta manera, los niños poco comedores serán más propensos a estimular su apetito e ingerir mayor cantidad de nutrientes que favorezcan su crecimiento.

Por otro lado, los menús en las escuelas suelen variados y sus alimentos son cocinados con diferentes técnicas. Por eso, la comida no se convierte en un tema aburrido a base de purés y papillas, si no que se transforma en una cosa nueva cada día.

 

Menú escolar y guarderías: ¿compatibles?

Si en vez de en una escuela, necesitamos que nuestros peques se queden a comer en la guardería, seguro que tenemos decenas de dudas. Aunque cada jardín de infancia tiene sus propias normas, aquí van unas pequeñas pistas para que podáis despejarlas en vuestra primera cita:

Tipo de comida

Lo primero que deberás especificar es qué tipo de comida toma tu pequeño. Este factor depende mucho de su edad y sus hábitos. Aun así, las guarderías suelen estar preparadas para cualquier tipo de comida.

Hora del biberón

Normalmente, las horas de toma habituales en un jardín infantil están entre las 8 y las 9 para el desayuno y las 12 y las 13 para el almuerzo. En caso de que tengan merienda, se suele dar entre las 16 y las 170 Aun así, hay niños que tienen necesidades especiales, por lo que es habitual que se adapten horarios.

Alimentos sólidos

Si tu hijo ya consume alimentos sólidos, puedes seleccionar dos tipos de menú escolar. Por un lado, muchos centros ofrecen el servicio de comida, por lo que no deberás preocuparte de nada. En cambio, también podrás encontrar la opción de llevar tu propia comida. Esta última te facilitará las cosas económicamente y, además, podrás controlar qué come exactamente tu pequeño.