La sociedad de hoy en día no está habituada a comer bien. Los horarios, el trabajo y el estrés hacen que tengamos malos hábitos alimenticios que afectan a nuestra salud. Por este motivo, los profesionales acuden a cursos de dietoterapia para especializarse en enfermedades alimenticias, cada vez más usuales.

¿Quieres especializarte en la elaboración de dietas personalizadas y adaptadas a cada paciente? Escoge uno de nuestros cursos de dietoterapia y conviértete en un profesional dentro del ámbito nutricional.

Cómo los cursos de dietoterapia pueden contribuir a hacer un mundo más saludable

La dietoterapia es la ciencia que estudia la correcta combinación de los alimentos e identifica los aspectos clave en cada tratamiento específico para hacer frente a enfermedades relacionadas con la alimentación. Una serie de patologías que cada vez son más comunes entre la población. El hecho de comer fuera de casa cada día hace que la dieta no sea equilibrada. Mucha gente se conforma con ingerir lo que encuentra en el menú diario más cercano. Lo que provoca que haya un desequilibrio en nuestra alimentación. De hecho, el consumo desmesurado o escaso de ciertos alimentos favorece la aparición de distintas patologías. La obesidad, las dislipemias, la diabetes o la hipertensión son los ejemplos más claros. Enfermedades que están ligadas a un alto contenido de azúcares, grasas y procesados en la dieta.

Como hemos comentado anteriormente, los horarios intensos y la falta de tiempo no ayudan a llevar una dieta saludable. Las jornadas excesivas nos llevan a abusar de la comida basura, comer rápidamente e incluso saltarnos las comidas. Otro de los problemas por exceso de trabajo, es que pasamos largos períodos de tiempo sin comer ni beber agua. Esta carencia de tiempo acaba derivando a que se coma a deshora o en horas poco prudentes para la digestión, por ejemplo, antes de acostarse.

Por ello, los cursos de dietoterapia están especialmente dirigidos a establecer una dieta equilibrada y adaptada a cada persona. Se trata de un tipo de formación que nos especializa en el tratamiento de desórdenes  relacionadas con la alimentación. Son cusos que, mediante la elaboración del plan nutricional adecuado, nos enseñan a mejorar nuestro estado de salud.

Consecuencias de una dieta no saludable

Entendemos por dieta poco o nada saludable aquella en la que no hay un equilibrio en la ingesta de alimentos. Y es que, alimentarse mal, ya no es sólo una cuestión de cantidad, sino de ingerir calidad y variedad en la dieta. Una dieta poco saludable puede pasarnos factura, ya que, por ejemplo, se incrementa el riesgo de padecer demencia, depresión o enfermedades crónicas como la hipertensión o la diabetes.

La sociedad ha empezado a darse cuenta de la importancia de una buena alimentación. Las campañas lanzadas desde el gobierno o desde distintas fundaciones luchando contra la obesidad y el sedentarismo, han ayudado a que la población reaccione.

Aunque hay personas que nacen con patologías alimenticias, todos estos factores pueden desarrollar enfermedades durante la edad adulta. El mayor problema es que este estilo de vida lo estamos inculcando sin darnos cuenta a las generaciones más jóvenes, que desde pequeños, siguen los pasos de sus progenitores y pueden llegar a no desarrollarse de forma habitual por desequilibrios en sus dietas.

Las alteraciones alimenticias pueden producirse por varios motivos:

Por el déficit de algún tipo de nutriente

Uno de los trastornos más comunes es el raquitismo. Esta alteración es propia de la infancia y produce el ablandamiento de los huesos por la deficiencia de vitamina D. Las fuentes naturales por excelencia de vitamina D son la luz solar y alimentos como la leche, los cereales y los pescados grasos. Esta alteración es común entre los niños que nacen en lugares geográficos en los que hay poca luz solar. Otra alteración común por déficit de un nutriente es el escorbuto, cuando en nuestra dieta hay escasez de vitamina C. Estas insuficiencias se pueden tratar fácilmente si se acude a profesionales especializados en cursos de dietoterapia.

Generalmente, la malnutrición se caracteriza por una dieta insuficiente o inadecuada. En este sentido, es importante comprobar que se está cubriendo adecuadamente la ingesta de proteínas, carbohidratosy lípidos, es decir, los macronutrientes esenciales para el buen funcionamiento del organismo.

Por el exceso de nutrientes

Los dietistas y nutricionistas formados en cursos de dietoterapia también se encuentran con el caso contrario. Es decir, cuando nuestra dieta es desequilibrada por excesos de algún tipo de nutriente. En este caso, encontramos distintas patologías derivadas de una acumulación excesiva de nutrientes:

  • La obsesidad. Esta enfermedad se produce por un desequilibrio entre la energía que consumimos y la que gastamos. Este desajuste es el que causa un acumulo de grasa excesivo en nuestro cuerpo.
  • La hipertensión arterial. Tener la presión arterial por encima de la recomendada puede deberse a una ingesta elevada de sodio. Para controlar esto se recomiendan dietas bajas en este marcomineral y reducidas en grasas saturadas.
  • Las dislipemias. Padecer hipercolesterolemia (colesterol alto) suele atribuirse a un consumo excesivo de azúcares sencillos y de bebidas alcohólicas. Ésta se diagnostica cuando la concentración de triglicéridos es superior a 200mg/dL en sangre en estado de ayuno.

Como vemos, prácticamente todas las patologías asociadas a la alimentación están ligadas a dietas desequilibradas y excesivas en alimentos procesados.

Nuestro organismo no acepta ciertas sustancias

Por último pero no menos importante, nos encontramos con las patologías alimenticias que exigen la eliminación o reducción de determinados nutrientes en nuestra dieta, como en el caso de la diabetes, donde se debe controlar exhaustivamente el azúcar.

Las alergias e intolerancias que se producen en nuestro sistema inmunológico a causa del rechazo a ciertas sustancias, también forman parte de este conjunto de alteraciones. En estos casos, los dietistas o nutricionistas especializados en cursos de dietoterapia suprimen el alérgeno específico en la alimentación del paciente o, bien, eliminan o reducen el elemento que causa algún tipo de intolerancia como la lactosa, la fructosa o el gluten.

¿Necesitamos ayuda de la dietoterapia para tratar este tipo de enfermedades alimenticias?

Los dietistas especializados en enfermedades alimenticias conocen a la perfección el valor de cada nutriente y la composición de todo alimento. Por lo tanto, pueden solucionar este tipo de alteraciones modificando la alimentación habitual de su paciente para tratar o disminuir este tipo de patologías.

Cada individuo es un caso único. Sus necesidades nutricionales dependen de características como la edad, el sexo, la actividad física y su estado fisiológico (embarazo, adolescencia, lactancia…). A partir de estas propiedades, los dietistas estudian la cantidad de energía y los nutrientes esenciales que necesita cada persona.

Por este motivo, no se puede utilizar una misma dieta para dos casos distintos, ya que aunque tengan la misma alteración alimenticia, sus características fisiológicas son distintas. Recurrir a un especialista formado en cursos de dietoterapia es la solución más óptima. De esta forma, se da con una dieta personalizada para solucionar este tipo de problemas relacionados con el sistema digestivo.

En la primera consulta, el profesional en dietoterapia puede preguntarnos sobre nuestros hábitos nutricionales y por nuestro historial clínico. Si tenemos cualquier tipo de problema con algún alimento, el dietista se adaptará a nuestras necesidades y nos ayudará a hacernos sentir mejor. Para ello, nos explicará qué alimentación nos conviene, según si presentamos algún tipo de enfermedad, alergia o intolerancia alimentaria. Nos resolverá cualquier duda y se adaptara totalmente a nuestro caso particular, sin dejar de lado nuestros hábitos y gustos personales.

Para solucionar todo tipo de desarreglos alimenticios, los dietistas se forman mediante cursos de dietoterapia. Es decir, titulaciones especializadas en materia nutricional para desarrollar nuevos conocimientos y aspectos dietéticos relacionados con las diferentes patologías alimenticias.

Funciones del profesional que cursa dietoterapia

El nutricionista especializado en cursos de dietoterapia, no sólo asesora a sus clientes y les da unas pautas alimentarias. Además, les asigna una dieta adaptada a las distintas alteraciones metabólicas o digestivas que puede sufrir debido a su enfermedad alimenticia.

Como la ciencia avanza muy rápido, es muy importante que el profesional renueve constantemente sus conocimientos sobre los alimentos. También debe conocer sus valores nutricionales y las posibles combinaciones entre ellos. Además, deberá estar alerta sobre los avances médicos relacionados con el sistema digestivo ya que la ciencia evoluciona constantemente.

Las principales funciones de un profesional que ha superado una titulación de dietoterapia son las siguientes:

  • Elaborar dietas personalizadas basándose en las necesidades fisiológicas y patológicas de cada paciente.
  • Utilizar las técnicas del coaching nutricional para compatibilizar la dieta con la vida social del paciente.
  • Dar pautas de prevención y educación nutricional al paciente y su entorno.
  • Inculcar buenos hábitos alimenticios desde etapas tempranas como la infancia o la adolescencia.
  • Hacer el seguimiento, supervisar y analizar el resultado de las dietas prescritas.