¿Cuál es el papel de los expertos en dietética y nutrición infantil?

Tener un estilo de vida saludable durante la infancia determina que los niños crezcan y se desarrollen sanos. Así también se disminuye el riesgo de que padezcan enfermedades en edades tempranas y se previene de futuras enfermedades.

Los profesionales del sector de la nutrición deben facilitar los medios necesarios y generar entornos que favorezcan las conductas saludables. Hay que tener en cuenta que cada niño es un mundo. Por tanto, los menús deben elaborarse individualmente después de haber hecho un estudio del niño o niña. A pesar de que cada uno tenga particularidades físicas y genéticas, todas las dietas tienen que aportar gran variedad de alimentos y la cantidad de nutrientes necesarios para que la dieta sea saludable. En general, es recomendable que la dieta de los niños y niñas sea rica en cereales, frutas y verduras, y escasa en grasas saturadas y sal.

Con este curso de nutrición infantil aprenderás a diseñar planes para ayudar a los más pequeños a llevar hábitos saludables en su día a día.

Funciones principales de los nutricionistas en relación a la alimentación

  • Promover el consumo de alimentos de origen vegetal como las frutas, verduras, legumbres y los cereales. Además, también son importantes, aunque en menor cantidad, el pescado, los lácteos y los huevos.

  • Restringir los alimentos ricos en calorías vacías. Son alimentos aportan gran cantidad de energía pero pocos nutrientes, como el azúcar y la bollería industrial. Asimismo, deben limitar la ingesta de carnes rojas y derivados.

  • Incorporar el agua como bebida esencial en la dieta diaria.

  • Adecuar las cantidades de las raciones según la edad del niño o niña.

  • Insistir en hacer las comidas en familia, ya que compartir estos momentos comporta una serie de beneficios. Se fortalecen los lazos afectivos entre padres e hijos, aumenta la confianza y mejora la comunicación. A nivel nutricional también es positivo: el cuerpo se acostumbra a un horario y los adultos pueden controlar lo que los niños comen.

Otros factores que influyen en la creación de un estilo de vida saludable

  • Es importante que se realice actividad física habitualmente. Durante la etapa infantil es positivo hacer ejercicio 1 hora al día.

  • Limitar el tiempo que los niños dedican a ver la televisión o a navegar por internet para frenar el sedentarismo.

  • Establecer un horario determinado de sueño. Es recomendable que los niños duerman entre 8 y 10 horas al día.

La alimentación durante la etapa infantil

Durante la etapa infantil pueden diferenciarse dos períodos de edad.

De 1 a 3 años

El papel de la alimentación en esta edad es primordial, tanto para la salud como para empezar a establecer buenos hábitos alimentarios. Estos hábitos se adoptan durante los primeros años de vida y garantizan el crecimiento adecuado de los niños. Asimismo, contribuyen a la prevención de diversas enfermedades.

De 4 a 10 años

Los niños y niñas que reciben una alimentación adecuada durante estas edades, mantienen un peso adecuado y tienen un riesgo inferior de sufrir enfermedades metabólicas y cardiovasculares. Por lo contrario, una mala nutrición impacta en el crecimiento, salud mental y bienestar de los niños.

Consecuencias de la malnutrición en el desarrollo de los niños y niñas

Existen diversos factores que determinan el desarrollo de los más pequeños. El factor genético es uno de ellos. Además hay que tener en cuenta la relación existente entre la nutrición y la evolución desde bebés. Y es que una alimentación no adecuada no solo perjudica al crecimiento y la talla de los niños: también se asocia a deficiencias nutricionales como la falta de vitaminas. Las consecuencias de todo esto son especialmente duras si se produce desde edades muy tempranas.

Los efectos que puede producir una malnutrición desde bebés hasta los ocho años pueden ser catastróficos para la salud. Además perduran en el tiempo. Se pueden impedir el progreso cognitivo y conductual, el rendimiento físico y escolar, y la salud reproductiva.

El retraso en el crecimiento ocurre sobre todo durante los dos primeros años. Los riesgos de los desequilibrios alimentarios y los estilos de vida poco saludables empiezan en los bebés y se manifiestan durante toda la vida. Son muchas las enfermedades que pueden aparecer por culpa de la malnutrición, como la obesidad y otras dolencias derivadas como la diabetes o el colesterol. Por este motivo es fundamental la prevención de trastornos nutricionales y la función de los nutricionistas infantiles.

Nutrientes relacionados con problemas cognitivos y de conducta

En los últimos años, se ha advertido de las relaciones entre la alimentación y el funcionamiento del cerebro humano. Hay que resaltar que el desarrollo y funciones del cerebro dependen de la disponibilidad de nutrientes y energía que le proporciona la sangre, por lo que la alimentación en el período infantil adquiere gran relevancia.

Por ejemplo, una nutrición inadecuada de las mujeres durante el embarazo es perjudicial, ya que puede limitar el desarrollo del cerebro de los bebés. Durante el primer año de vida, la desnutrición tiene un efecto en el comportamiento y en el conocimiento de los niños. El control motor y el lenguaje se desarrollan con más lentitud. Además, durante la infancia, la carencia de hierro o yodo afecta al desarrollo y es responsable de daños en el hipocampo y la corteza cerebral.

Por suerte, la población está cada vez más concienciada de la importancia de controlar la alimentación en la infancia. Esto permitirá contribuir a la prevención de enfermedades que se manifestarán en la edad adulta y nos condicionarán toda la vida. Por ello, hacer un curso de nutrición infantil puede ser beneficioso para ayudar a los más pequeños a reconducir los malos hábitos, desarrollarse de forma saludable y con la energía que necesitan en su día a día.