Cavitación y radiofrencuencia son dos tratamientos estéticos muy eficaces para conseguir eliminar la grasa acumulada en el cuerpo y mantener la piel más firme. Si tú también quieres mejorar tu silueta recurriendo a uno de estas técnicas, pero no sabes exactamente en qué consisten, resolvemos todas tus dudas. También puedes especializarte en su aplicación con nuestro doble Máster en Tratamientos Faciales + Máster en Tratamientos Corporales y enfocar tu carrera al sector de la medicina estética.

¿En qué se diferencian la cavitación y radiofrecuencia?

Reducir la grasa localizada es una de las inquietudes de miles de personas cuando pasamos por épocas en las que nuestro cuerpo la retiene en exceso. Aunque radiofrecuencia y cavitación son dos técnicas que se pueden complementar, hablamos de métodos con características distintas:

Cavitación

La cavitación es una técnica que consiste en romper la composición molecular de los adipocitos. Dicho de otra forma, deshace los módulos de grasa localizada en algunas zonas corporales Al final, nuestro cuerpo acaba por no reconocer estas estructuras como adipocitos: las confunde con materia de deshecho y, por lo tanto, intenta eliminar esta sustancia mediante el sistema circulatorio. Eso si, después de este tratamiento, debes beber mucha agua, ya que se expulsa mediante la orina.

¿Cuántas sesiones de cavitación se necesitan para ver resultados?

Se suelen requerir unas 10 sesiones de cavitación aproximadamente (aunque todo depende de cada caso), acompañadas de masajes de drenaje u otras técnicas, como, por ejemplo, la presoterapia. Además, cabe destacar que este tratamiento es totalmente indoloro, ya que se emplean ultrasonidos de baja frecuencia sobre la zona en la que se ha acumulado la grasa. De este modo, puedes olvidarte definitivamente de la piel de naranja y de la celulitis.

Radiofrecuencia

Por otro lado, la radiofrecuencia lo que hace es calentar la piel y el tejido graso subcutáneo. Con este aumento de la temperatura, se favorece el drenaje linfático y se reducen los líquidos y las toxinas. También aumenta la circulación en el lugar tratado, lo que permite aumentar el metabolismo y mejorar notablemente el aspecto de la piel.

Lo más importante del tratamiento de radiofrecuencia es que hace que se forme nuevo colágeno en el tejido subcutáneo y en la piel. De esta manera, todo el tejido adquiere firmeza para conseguir una piel perfecta gracias a la reorganización de los septos fibrosos y el engrosamiento dérmico suprayacente.

Dicho con otras palabras, cavitación y radiofrecuencia están estrechamente relacionadas. Esto es porque, después del tratamiento de cavitación, es muy común observar que la piel ha perdido tensión y se forman pequeños pliegues o arrugas. Y es aquí donde se emplea la radiofrecuencia para fomentar la producción natural de colágeno y se recupera la tensión en la piel. De esta forma, se consigue rellenar esos pequeños pliegues o arrugas y recuperar un aspecto fuerte, terso e hidratado.

¿Cuántas sesiones de radiofrecuencia son necesarias?

La duración de cada sesión en este tratamiento va en función del área a tratar. Es decir, no será lo mismo una zona pequeña (brazos, abdomen, etc.) que las zonas del tronco, como las cartucheras, por ejemplo. El número de sesiones de radiofrecuencia también puede variar, pero generalmente suelen ser entre 8 y 10, con un margen de 4 días como mínimo entre una y otra sesión.

El procedimiento es sencillo: simplemente se aplican ondas electromagnéticas de alta frecuencia (es un sistema un poco más molesto que la cavitación) para desprender energía al entrar en contacto con la piel. Esta energía se transforma en calor y estimula la formación de nuevo colágeno.

¿Qué tratamiento de medicina estética es más recomendable?

Los tratamientos de cavitación y radiofrecuencia son dos métodos distintos, pero que, como ves, se complementan a la perfección. De hecho, para conseguir unos resultados óptimos y una figura perfecta y rejuvenecida, lo ideal sería combinar ambos. Es innegable que, juntos, aportan unos resultados increíbles.

La cavitación es perfecta para deshacerse de la molesta y desagradable acumulación de grasa en algunos lugares. Por otra parte, la radiofrecuencia es capaz de rellenar las arrugas completando el proceso para una figura perfecta. La flacidez después de un tratamiento en el que se elimina grasa es muy normal. Por eso, tras la cavitación, es casi imprescindible pasar por un tratamiento de radiofrecuencia.

Hacer dieta y ejercicio es la base para adquirir un estilo de vida saludable, pero la medicina estética puede ser un plus para corregir algunas imperfecciones y lucir una piel lisa y firme.  Por eso, como complemento a nuestros hábitos saludables, estos dos tratamientos  estéticos son una buena alternativa.

Por tanto y en conclusión, no hay un tratamiento mejor que el otro, simplemente se complementan entre sí: la cavitación sin la radiofrecuencia deja algunas imperfecciones (pliegues y arrugas) y la esta última sin la cavitación no tiene demasiado sentido.

Pros y contras de estos tratamientos estéticos

En cuanto a los pros de la cavitación y radiofrecuencia, cabe resaltar que la cavitación muestra los resultados en las primeras sesiones. Puedes reducir hasta 2 cm de volumen e incluso más. Además, ninguno de los dos tratamientos requieren procedimientos quirúrgicos ni períodos de recuperación.

Por otro lado, los contras o aspectos a tener en cuenta antes de someterte a este tipo de tratamientos serían los siguientes:

  • Como todo en esta vida, nada es tan sencillo como someterse a un tratamiento y descuidar todo lo demás. Es necesario que, para que los resultados se prolonguen en el tiempo, completes el tratamiento con una alimentación saludable. Además, debes intentar no ser una persona sedentaria y hacer ejercicio siempre que sea posible.
  • Pasar por estos tratamientos estéticos implica mayores cuidados posteriormente. Además de vigilar la alimentación, debes beber dos litros de agua al día, ya que es un requisito imprescindible para tener una buena salud y mantener la figura.
  • Los efectos de la radiofrecuencia son a largo plazo, es decir, no lograrás un cuerpo esbelto y envidiable en la primera sesión. Será algo progresivo y los resultados se irán observando a medida que se realicen las sesiones. No hay que ser impacientes, sino dejar trabajar a los profesionales y confiar en que, al final, conseguirás lo que tanto deseas. Así que, ¡paciencia!

Incluir la radiofrecuencia y la cavitación como alternativa terapéutica para combatir la flacidez y la celulitis (tanto corporal como facial) es una nueva y revolucionaria opción que, para muchas y muchos, se convierten un tratamiento aliado para lucir una piel tonificada y con luminosidad.