Importancia de la higiene bucodental

Mantener una buena higiene bucodental es imprescindible si queremos lucir una sonrisa bonita y que tenga un aspecto saludable. Además de ser necesaria para mantener sanos los dientes y las encías, y mejorar nuestro bienestar en general. Por eso, la higiene bucodental se ha convertido en algo tan importante.

Algo más que lavarse los dientes

Cuando pensamos en higiene bucodental, es posible que nos venga a la cabeza un cepillo de dientes con pasta dentífrica y la rutina de lavarse los dientes a diario. Evidentemente, este hábito es fundamental para poder gozar de una buena higiene bucodental, pero no lo es todo. La palabra “bucodental” no solo incluye a los dientes sino también al resto de componentes de la boca: encías, lengua o paladar. Por lo tanto, para una correcta higiene bucodental se deben tener en cuenta todas las partes.

  • El cepillado

Esta es la parte más conocida y también la más amplia cuando se habla de higiene bucodental. Es recomendable cepillarse los dientes después de cada comida, sobre todo si ésta ha sido rica en azúcares. No obstante, los expertos recomiendan no abusar de esta técnica ya que a la larga se podría desgastar el esmalte dental antes de llegar a la vejez. Así que lo ideal es no lavárselos más de tres veces al día. El cepillado debe durar entre tres y cinco minutos, y el tipo de pasta podrá variar dependiendo de las especificidades de cada individuo. Tal vez una consulta al dentista sea lo más apropiado para acabar de decidirte.

El cepillado no solo deberá tratar a los dientes, sino también a las encías, la lengua o el paladar, siempre y hablemos de tejidos sanos. En caso contrario será mejor consultar con un especialista.

  • El hilo dental

El cepillo no llega a todos los rincones, por eso es necesario complementar la higiene bucodental diaria con productos especiales como este. El hilo dental es específico para llegar a los espacios interdentales. Su suave composición de seda protege el esmalte dental y permite eliminar restos de comida que puedan provocar olores desagradables e incluso molestias.

  • El enjuague bucal

El tercer paso sería el enjuague o colutorio bucal. Este producto se encargará de eliminar aquellas bacterias que se hayan resistido a los dos procesos anteriores. Sin embargo, el enjuague no solo elimina los elementos dañinos. También acaba con las bacterias que nuestro propio organismo produce para combatir los agentes externos.

En consecuencia, tras usar un enjuague, nuestra boca queda vulnerable durante un tiempo. Es recomendable usarlo solo entre dos y tres veces por semana. También es importante que no contenga alcohol, ya que algunos estudios respaldan la idea de que existe una asociación entre este componente y el cáncer de boca.

  • Visita al especialista

Es recomendable llevar un control bucodental adecuado. Por eso, las citas regulares con el especialista son imprescindibles, ya que nos realizará una higiene en profundidad. Esto nos permitirá mantener una boca más sana. Además, nos hará un chequeo que nos garantizará que las rutinas que nos hemos marcado son adecuadas. En caso contrario, hará que cambiemos a otras más adecuadas a nosotros. Es aconsejable visitar a un odontólogo una o dos veces al año, dependiendo de la calidad de la salud bucodental de cada uno.

Recomendaciones para una buena higiene bucodental

Cuando te cepilles, es recomendable hacerlo lentamente. Hoy en día parece que tengamos prisa para todo, pero a la hora de cepillarnos los dientes, debemos tomarnos un tiempo.

Los movimientos del cepillado deberán ser suaves y elípticos. Se deben cepillar dientes y encías por igual y prestar especial atención a aquellas zonas de difícil acceso. En la cara superior de los dientes (en la zona de mordida) se deberá aplicar un movimiento lineal. También es igual de importante cepillarse la lengua, para liberarla de restos de comida y bacterias que puedan producir malos olores.

Aunque se recomienda no abusar del cepillado, lo mínimo es hacerlo dos veces al día, preferiblemente mañana y noche. Si tienes la opción de usar un cepillo eléctrico, mejor, porque pueden reducir más la placa bacteriana que los cepillos manuales. En cualquier caso, se debe reemplazar el cepillo de dientes cada 3 meses para evitar infecciones.

Los chicles sin azúcar ayudan a prevenir la caries dental, ya que al masticarlos expulsamos algunas bacterias de los espacios interdentales. Además, propician la producción de saliva que constituye la defensa natural de nuestra boca y ayudan a higienizarla. Usando un chicle podríamos decir que remineralizamos, al mismo tiempo que protegemos nuestro esmalte dental del ataque ácido de los alimentos. Si masticamos un chicle con xilitol, mucho mejor, puesto que este componente actúa de barrera contra las bacterias.

Además, es muy aconsejable acudir al higienista bucal por lo menos una vez al año para que nos realice una limpieza bucal con más profundidad.

El higienista contará con los instrumentos necesarios y con una perspectiva profesional de la que no disponemos en casa. Además, nos avisará en caso de que encuentre alguna señal de alarma que nosotros hayamos pasado por alto.

El experto en higiene bucodental

Si estás interesado en el tema, Instituto DYN te recomienda hacer un curso en el que se aborda la higiene dental más en profundidad. A través de un estudio a distancia que se adaptará completamente al resto de tus rutinas diarias, podrás descubrir más acerca de este y muchos otros temas relacionados. Como hemos dicho al principio, la higiene bucodental genera un gran interés social y a su vez muchos puestos de trabajo. ¿Quién sabe? Tal vez aquí encuentres tu vocación.