Hoy vamos a hablar sobre los beneficios del desodorante natural. Un producto con propiedades que favorecen el cuidado de tu piel, y a la vez, protegen el medio ambiente. Descubre las ventajas de utilizar este producto ecológico.

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Desodorante químico vs. desodorante natural

El movimiento healthy también ha llegado al mundo de la cosmética, ya que cada vez son más las personas que se preocupan por los ingredientes que contienen los productos que utilizan. Hace unos años, cuando se supo que los desodorantes contenían parabenos, saltó la polémica sobre si eran perjudiciales para la salud. Estos componentes químicos, muy utilizados en el mundo de la cosmética, son tóxicos y nuestro cuerpo no es capaz de eliminarlos. Lo mismo pasa con los compuestos a base de aluminio. Aunque no se les puede llegar a vincular directamente con el cáncer de mama, son varios los estudios que están totalmente en contra de utilizar productos que contengan este tipo de componentes.

La sociedad cada vez es más consciente sobre la preservación del medio ambiente. Por este motivo, los desodorantes de aerosol han recibido muchas críticas, ya que aumentan la contaminación atmosférica y dañan la capa de ozono. La decisión de utilizar un desodorante u otro es totalmente personal, pero la sociedad debe saber que existen alternativas que utilizan otro tipo de componentes, y son igual de efectivas. Esta otra opción es el desodorante natural, libre de tóxicos, ecológico y 100% saludable.

El desodorante natural se fabrica a base de aceites esenciales y otros ingredientes. Una alternativa que elimina el mal olor, y a la vez, evita la exposición de nuestra piel a sustancias químicas dañinas. Una de las opciones más cómoda es comprar directamente el desodorante producido artesanalmente en alguna tienda especializada o en farmacias. Otra alternativa es elaborarlo uno mismo, mezclando varios ingredientes naturales para combatir el mal olor sin impedir la transpiración natural. Los desodorantes caseros se elaboran a partir de limón, limón, aceites, bicarbonato e hidratos. Si quieres saber cómo fabricar tu propio desodorante natural, ¡acompáñanos!

Tipos de desodorante

Para eliminar el mal olor común originado por el sudor proveniente de las axilas, la industria cosmética inventó el desodorante. Un producto con muchas variantes que se utiliza para controlar y reducir la transpiración en esa área en concreto. Los desodorantes trabajan para inhibir el crecimiento de las bacterias que producen el mal olor y normalmente, incluyen fragancias o perfumes para enmascararlo.

Tanto los antitranspirantes como los desodorantes habituales llevan componentes químicos. Los productos antitranspirantes actúan bloqueando las glándulas sudoríparas, y normalmente están compuestos por sales de aluminio y sulfato. Los componentes más frecuentes del desodorante común son el alcohol, el etanol, los formaldehídos y el ácido bórico.

Con los años, la industria ha creado distintos formatos de desodorante:

  • El desodorante en spray o aerosol se pulveriza sobre la axila. Suele contener alcohol por lo que su contenido es inflamable y puede producir irritación en los ojos y la mucosa.
  • El formato roll-on es un recipiente cerrado con una esfera en la parte superior. Para usarlo, se debe arrastrar la esfera contra la piel para que gire y se puede aplicar el líquido.
  • El desodorante en barra es sólido y compacto y se aplica directamente a la piel.
  • El formato crema o gel se aplica directamente con la mano y no contiene alcohol.

Por qué utilizar un desodorante natural

Como hemos visto, el desodorante natural es la opción mucho más saludable. Pero, por si todavía no conoces todos sus beneficios, te los contamos.

  • Contiene elementos hidratantes que cuidan de las zonas delicadas expuestas a la aplicación del desodorante.
  • Son los desodorantes más indicados para las pieles más sensibles.
  • Respetan el medio ambiente y evitan la experimentación con animales.
  • Fomentan el comercio justo.
  • Reducen el riesgo de padecer cáncer de mama. Y es que los desodorantes comerciales o artificiales se componen de aluminio que la piel absorbe.
  • No obstruye los poros de las axilas y estimula la liberación de toxinas.
  • No producen manchas en la ropa.
  • Mantienen el pH de la superficie de la piel.

Cómo elegir un desodorante natural

Los consumidores buscan, cada vez más, cosméticos naturales y libres de tóxicos. Lo mismo sucede con el desodorante. Por ello, en los últimos años se ha popularizado el uso del desodorante natural casero para las axilas.

Para elegir un buen desodorante hay que optar por los que   no reducen la transpiración. La cosmética tradicional utiliza derivados halogenados como el triclosán. Esto hay que evitarlo, ya que no se respeta la flora saprofita beneficiosa del cuerpo humano. Asimismo, los desodorantes químicos también son desaconsejados desde la perspectiva medioambiental, ya que suponen un problema ecológico.

La alternativa la encontramos en la cosmética natural. Ésta se basa en la aplicación de aceites esenciales antisépticos. La salvia, el romero u otras sustancias reguladoras son buenos aliados. Así se consigue reducir bacterias y, a la vez, generan buen olor.

Elegir un desodorante natural sin aluminio es una opción mucho más segura y respetuosa para tu piel, así como más ecológica.

Cómo preparar un desodorante casero con bicarbonato

Una de las mejores opciones de conseguir un desodorante natural 100% es fabricárselo uno mismo. Hay varias opciones en cuanto a su elaboración. A continuación, te damos algunas propuestas.

Si quieres un desodorante natural sin aluminio puedes optar por la siguiente combinación de ingredientes:

  • 1/3 de taza de almidón de maíz.
  • 1/3 de taza de bicarbonto de sodio.
  • Unas 10 gotas de aceites antibacterianos. Puedes elegir aceite esencial de lavanda, eucalipto o preparar un desodorante natural de árbol de té.
  • De forma opcional, puedes añadir un par de cucharadas de vitamina E.
  • 3 cucharadas de aceite de coco.

Una vez reúnas todos estos componentes, solo tendrás que mezclarlos en un recipiente hasta conseguir una pasta espesa que podrás colocar en un envase en forma de barra y aplicártelo diariamente. Eso sí, ¡con moderación!

¿Prefieres un desodorante hecho con agua, limón y romero? Pon a hervir 100 ml de agua y en estado de ebullición añade las hojas secas de romero. Después echa 20 ml de alcohol de 90º, 10 gotas de extracto de la planta hamamelis y unas gotitas de esencia de limón. Mézclalo todo bien y ¡listo!

Desodorante natural para piel sensible

Si tu piel es sensible aun es más necesario que utilices un desodorante sin aluminio y lo más natural posible. A continuación, te damos una receta para que puedas preparártelo de acuerdo a tus necesidades. Para ello, requerirás los siguientes ingredientes:

  • 2 cucharadas de bicarbonato de sodio.
  • 3 cucharadas de aceite de coco.
  • 6 cucharadas de almidón de maíz.
  • 10 gotas de aceite de árbol de té.

Mezcla el bicarbonato, el almidón y el arból de té en un mismo recipiente y, después añade el aceite de coco. Una vez se forme una pasta, puedes añadir los aceites esenciales que prefieras (eucalipto, rosa, lavanda…). Así desprenderás la fragancia que más te agrade. Finalmente, coloca toda la preparación en un recipiente y ya tienes tu desodorante natural.

El sudor

Ahora que ya sabemos cómo elaborar un desodorante natural y ecológico, vamos a profundizar en el sudor y en cómo se origina. Éste es un líquido compuesto por agua, sales minerales, sustancias orgánicas, lactato y urea, que segregan las glándulas sudoríparas de nuestra piel. Esta transpiración es un mecanismo natural de nuestro cuerpo para regular la temperatura corporal. Además, el sudor nos permite eliminar una parte de las toxinas que almacena el organismo a través de los poros. A la vez, nuestro cuerpo también utiliza el sudor como respuesta frente a situaciones de estrés, de miedo o de ansiedad.

El sudor normalmente se produce en la zona de las axilas, las manos y los pies. Aunque si se practica deporte intenso o hay una temperatura ambiental elevada, puede expulsarse por el resto de la superficie de nuestra piel. Generalmente es inodoro, salvo el que se genera en las axilas. El mal olor de esta área es causado por las bacterias que la habitan. Estos gérmenes se alimentan del sudor, produciendo una sustancia derivada con un hedor característico.

Hiperhidrosis

Cada persona transpira en proporciones diferentes. Cuando la cantidad de sudor es considerablemente más elevada de lo común, hablamos de hiperhidrosis. Una alteración del organismo que, sin ser grave, afecta a al día a día de la persona que la padece.

La diferencia entre la sudoración habitual y la hiperhidrosis se halla en que la segunda se produce incluso cuando el cuerpo está en reposo. Si una persona no se encuentra en una situación habitual de sudación, como una temperatura ambiental alta o la práctica de deporte intenso, hablaríamos de hiperhidrosis.

La hiperhidrosis no es un problema grave ya que puede tratarse. La mayoría de los métodos de curación actúan sobre los nervios que estimulan las glándulas sudoríparas. Hay tratamientos quirúrgicos y no quirúrgicos, con diferencias en el coste, en la duración y en la eficacia. Para tratarla, lo mejor es acudir a un especialista para recibir el tratamiento adecuado.