Los tratamientos faciales van tomando cada vez más relevancia. Y es que la necesidad de mantener un buen aspecto que ha generado la sociedad actual hace que la tendencia crezca. Esta gran demanda empuja a que haya más investigación al respecto y a proveer de nuevas soluciones para los problemas más comunes.

Hoy vamos a ver qué tratamientos faciales devuelven la luminosidad y la fortaleza a la piel. ¿Quieres saber cuál es el tuyo? ¡Acompáñanos!

Y si quieres convertirte en una profesional del mundo de la estética y la cosmética te aconsejamos cursar nuestro Máster en Tratamientos Estéticos o el Curso de Limpieza Facial. Así te formarás en profundidad en el sector, además de ponerte el día de las últimas innovaciones y tendencias.

Tratamientos faciales: una solución a problemas comunes

En la actualidad, y gracias a este proceso en cadena, en el mercado hay múltiples opciones que dan pie a la habitual batalla entre oferta y demanda que permite regular los precios de estos tratamientos faciales.

La parte más positiva de este avance es que en muchas ocasiones se evita el paso por el quirófano, lo cual propicia a que los precios sean mucho más bajos y que el mismo servicio pueda estar disponible en más establecimientos, sin necesidad de ser lugares exclusivos. Tal vez, en contrapartida, se deba tener más en cuenta la profesionalidad de las personas en las que se confía y en la adecuación de las instalaciones que disponen ya que el auge de demanda también puede dar pie a la creación de falsos profesionales que no cuenten ni con los conocimientos ni con los medios necesarios.

Qué tratamiento facial elegir

Evidentemente, para elegir un tipo de tratamiento u otro, será necesario saber cuál es el motivo por el que se acude a un profesional. Los motivos más habituales son:

  • Manchas
  • Luminosidad de la piel
  • Arrugas
  • Flacidez
  • Acné
  • Cicatrices
  • Lesiones en la piel
  • Reestructuración de volúmenes
  • Poros dilatados

Cuando ya se haya detectado el problema será necesario acudir a una persona especializada para pedir orientación y consejo.

Las últimas tendencias en tratamientos faciales

Hay tratamientos faciales que permiten tratar más de un problema a la vez. También los hay que permiten una mejora general del aspecto del rostro. A continuación desglosamos las últimas tendencias.

Radiofrecuencia facial

Mediante la aplicación de radiofrecuencia en las capas internas de la piel se provoca una reacción química que produce la activación del colágeno y la elastina, substancias que ya existen de manera natural en nuestra piel. Por lo tanto, es ideal para tratar la flacidez, con resultados inmediatos y de larga duración.

Dermoabrasión

Se trata de un peeling de alta precisión que estimula la regeneración celular con una punta de diamante especial. Con este tratamiento se eliminan las células muertas, impurezas y piel envejecida que impiden mostrar un rostro “luminoso”. A pesar de su nombre, no se trata de un proceso doloroso, por lo que no requiere anestesia. Esta técnica está indicada para tratar el envejecimiento de la piel, las cicatrices y las lesiones provocadas por el acné.

Micropigmentación

Mediante la inserción de pigmentos en la dermis se consigue equilibrar las diferentes tonalidades del rostro, además de corregir imperfecciones o resaltar ciertos rasgos faciales. Con ello se consigue rejuvenecer el rostro en su conjunto.

Mesoterapia facial

De los tratamientos faciales actuales, esta es la solución más popular para combatir los signos de envejecimiento. Consiste en la aplicación de microinyecciones subcutáneas con complejos multivitamínicos homeopáticos que activan las funciones primarias de la piel. Esta técnica también se puede aplicar a otras partes del cuerpo, aunque el rostro suele ser el destino predilecto. La peculiaridad de este método es que, al aplicarlo directamente a las capas subcutáneas, el 100% del producto es absorbido y aprovechado por el organismo, consiguiendo así resultados óptimos en un lapso de tiempo relativamente corto.

Ultherapy

Este es uno de los tratamientos faciales más novedosos, que promete grandes resultados a través de la aplicación de ultrasonidos. Tiene efecto sobre las capas más profundas de la piel, las que sujetan el tejido dérmico al músculo, y propicia enormemente la desaparición de la flacidez e incluso de las arrugas. Dicho de otro modo, es lo más parecido a un lifting que encontraremos sin pasar por un quirófano.

Hilos tensores

Para combatir la flacidez también podemos acudir a esta técnica. Los hilos tensores están hechos de un material reabsorbible por la piel y se introducen en la parte subcutánea creando una malla que previene y resuelve muy visiblemente la flacidez.

Láser

Este es uno de los tratamientos faciales más indicado para tratar rostros que han sido dañados por la acción solar. Sin embargo, este tratamiento facial tiene múltiples funciones: tratamiento antiarrugas, marcas de acné, manchas, desigualdades de tono y/o color, etc. El láser tiene la peculiaridad de que se puede calibrar, por lo que se puede aplicar a cualquier tipo de piel y para tratar cualquier problema cutáneo.

Ácido hialurónico: el aliado del rejuvenecimiento facial

Cada vez más conocido, el ácido hialurónico es un principio activo que se usa cada vez más en cosmética por sus propiedades de hidratación. Una piel bien hidratada muestra un aspecto mucho más sano, terso e incluso luminoso. Además, su propiedad de relleno poco a poco le está ganando la partida al botox porque, a diferencia de este, el ácido hialurónico se encuentra de manera natural en nuestro cuerpo, por lo que el organismo no lucha contra él, sino que simplemente lo acepta y lo asimila. De hecho, este componente se encarga de aportar hidratación y elasticidad a nuestro cutis. Lo cual previene considerablemente la aparición de arrugas.

El ácido hialurónico es el ingrediente estrella de los tratamientos faciales de rejuvenecimiento. Y es que será tu gran aliado si buscas devolver a tu piel la firmeza y el volumen que va perdiendo con el paso de los años.

Los beneficios del ácido hialurónico como tratamiento facial

Si bien es cierto que la medicina estética rellena las arrugas a partir de infiltraciones de este principio activo, la cosmética facial también incluye el ácido hialurónico en una gran variedad de productos. De manera que puedes obtenerlo en diferentes aplicaciones:

  • Con cremas de día y de noche. Si utilizas una crema hidratante con ácido hialurónico conseguirás una piel más tersa, suave y elástica. Lo más recomendable es aplicarla dos veces al día.
  • Con serúms. Así potenciarás el efecto de la crema hidratante así que el tratamiento de belleza facial antiedad dará mejores resultados.
  • En contorno de ojos. Acabarás con las patas de gallo gracias a relleno del componente sobre las arrugas que se forman en la parte externa del ojo.
  • En mascarillas. Al igual que los serúms, el uso de una mascarilla de ácido hialurónico una vez a la semana es un aliado más para combatir arrugas e imperfecciones.
  • Con protectores solares. ¿Sabías que este principio activo ayuda a restablecer la piel tras la exposición al sol? Ya sabes que éste es uno de los responsables de la aparición de arrugas y del envejecimiento prematuro de la piel.
  • A partir de la ingesta de complementos alimenticios. El ácido hialurónico también lo podemos ingerir para promover la formación del colágeno. Si mantienes este tratamiento durante mínimo tres meses verás buenos resultados.
  • En productos de maquillaje. Si quieres beneficiarte del ácido hialurónico procura utilizar una base o crema de color que incorpore su efecto. Incluso también puedes buscarlo en máscaras de pestañas o labiales para reforzar el volumen y la hidratación.

La limpieza facial es la base para cuidar el rostro ante cualquier tratamiento facial  de rejuvenecimiento

La importancia de una buena limpieza de cutis

Como ves, los tratamientos de belleza facial son efectivos para combatir diferentes tipos de imperfecciones y conseguir un efecto rejuvenecedor. Sin embargo, si piensas recurrir a alguna de las técnicas estéticas mencionadas anteriormente debes saber que es esencial mantener una buena limpieza de cutis. Tener el rostro limpio es la base para que cualquier tratamiento dé los resultados esperados.

A continuación, te damos los pasos que debes seguir para hacerte una limpieza del rostro de una o dos veces al mes a partir de un tratamiento facial casero:

  • Desmaquilla el rostro. Este es la primera regla de toda buena limpieza facial. Los restos de maquillaje, la grasa y la polución se acumulan en nuestra piel e impiden que ésta tenga un aspecto luminoso. Así que, lava la cara con un gel especifico o con agua y jabón neutro y utiliza un tónico para terminar de eliminar los restos de suciedad.
  • Aplica vapor en la cara durante unos 15 minutos para abrir los poros, conseguir que la limpieza tenga un mayor efecto y que sea más fácil de realizar.
  • Exfolia la piel. Con un cepillo específico y un gel exfoliante terminarás de retirar las impurezas de la piel. Eso sí no abuses. Si tienes la piel sensible realízala cada 15 días. Si tu cutis es más graso, dos veces a la semana y si tienes la piel mixta o más seca, una vez a la semana.
  • Retira los puntos negros que no se han eliminado con la exfoliación.
  • Aplícate una mascarilla hidratante o regenerativa para nutrir la piel tras la extracción de impurezas.

Más acerca de los tratamientos faciales actuales

Existen muchas más técnicas para tratar los problemas faciales más habituales. De hecho, actualmente, cada vez es más común asociar la cosmética con la botánica. El objetivo es fabricar productos cosméticos que respeten nuestra piel y el medio ambiente.

Por otro lado, hoy las formulaciones de la cosmética suman beneficios para promover un tipo de tratamiento facial de rejuvenecimiento. Por ejemplo, las bases de maquillaje ahora, además de disimular efectos, también frenan la flacidez de la piel y estimulan la energía celular.

En cualquier caso, es necesario asesorarse convenientemente antes de iniciar cualquiera de estos u otros tratamientos faciales. No debemos olvidar que estamos poniendo uno de nuestros bienes más preciados en manos de otra persona.