Estudiar quiromasaje es una buena opción con la que podremos mejorar el bienestar físico y psicológico de nuestros pacientes. Hoy repasamos cuáles son las especialidades del masaje manual y qué beneficios aportan. Pero, si ya tienes claro que quieres ser quiromasajista profesional, te puede interesar nuestro Curso de Quiromasaje ¡Échale un vistazo!

¿Qué es el quiromasaje?

El quiromasaje es un método con el que, a través de las manos, se manipulan de manera adecuada la piel y los músculos del cuerpo. El objetivo es equilibrarlos y reparar las lesiones que se han ocasionado. Por lo tanto, una vez se ha producido una lesión, recurrir al masaje es una buena idea, aunque también es recomendable acudir al quiromasajista como forma de prevención de lesiones.

A modo de curiosidad, la palabra quiromasaje proviene del griego. Su significado es “masaje con las manos”. En España, el término fue acuñado por primera vez por el Dr Vicente Lino Ferrándiz hasta que se expendió a otros países de habla hispana.

El quiromasaje es una modalidad que aplica técnicas del masaje japonés. Se basa en el uso de las manos para aliviar dolencias diversas.

El título quiromasajista proporciona los conocimientos necesarios para tratar las siguientes molestias o patologías a partir del masaje:

  • Dolores musculares, lesiones o traumatismos.
  • Estrés o trastornos de ansiedad.
  • Mala circulación sanguínea.
  • Problemas en el funcionamiento de las articulaciones.
  • Casos de postparto.
  • Celulitis y otras afecciones de la piel.
  • Poca resistencia física.
  • Falta de energía.

Estudiar quiromasaje

Debes plantearte estudiar quiromasaje si te apasiona cuidar de las personas de tu entorno, tienes una clara vocación de servicio y posees la capacidad de escuchar los problemas y necesidades de los demás. También es de vital importancia tener una buena forma física para poder realizar los masajes correctamente. Y, sobre todo, es importante disfrutar trabajando con técnicas naturales en el ámbito de la salud y el bienestar.

Estudiar quiromasaje te aportará los conocimientos necesarios para explorar el cuerpo y adoptar las técnicas idóneas. La formación también aborda las tipologías de masaje que existen, así como el movimiento  y las paradas que se requieren. Por otro lado, un curso de quiromasaje también enseña los usos de la tecnología sanitaria como la laserterapia o la electroterapia.

Y, además, para especializarte como quiromasajista necesitas conocer las técnicas de rehabilitación existentes para cada dolencia y parte del cuerpo.

La importancia de acudir a un experto con título de quiromasajista

No todo el mundo está capacitado para aplicar estas técnicas, ya que estamos hablando de trabajar con la salud y el bienestar de las personas, y a veces es necesario utilizar aparatos específicos terapéuticos. Por eso, se recomienda ponerse en manos de expertos. Si buscas dónde estudiar quiromasaje en Instituto DYN te aportarán los conocimientos necesarios para poner en práctica estas técnicas y ser un profesional del sector.

Principales especialidades del quiromasaje

Estudiar quiromasaje demuestra que este tipo de masaje se puede aplicar en distintos ámbitos. Esto va en función de las necesidades de los pacientes y los objetivos que se pretendan conseguir con los masajes.

Quiromasaje terapéutico

Es una terapia que utiliza diferentes técnicas de masaje para tratar y curar trastornos y enfermedades relacionados con los músculos y los huesos de nuestro cuerpo. Por instinto humano, cuando sentimos molestias en alguna parte del cuerpo, solemos frotar la zona que nos duele. Con la presión de las manos sobre las zonas que nos duelen conseguimos calmar el dolor y relajarnos.

Por ende, estudiar quiromasaje sirve para aplicar correctamente las distintas técnicas y generar planes especializados para cada paciente, con un fin curativo, para así poder mejorar sus condiciones de salud y bienestar.

Quiromasaje deportivo

Otra de las especialidades del quiromasaje es el aplicado al deporte. El objetivo aquí es preparar los tejidos para la práctica de ejercicio físico. De esta forma, se previenen lesiones y consigue mantener el cuerpo en un estado saludable. Por otro lado, también se trata de un masaje fundamental para recuperarse de alguna lesión física.

El quiromasaje deportivo es un buen aliado para mejorar la circulación, promover la eliminación de toxinas y estimular la adrenalina. Asimismo, contribuye a aliviar dolores y reducir los efectos de las agujetas posteriores al ejercicio. Al estudiar quiromasaje, se puede aprender a realizar este tipo de masajes enfocados a deportistas.

Masaje relajante

El objetivo principal del masaje relajante es mejorar el bienestar de la persona puntualmente. Esto se logra tratando suavemente las partes del cuerpo donde aparece el dolor, eliminando el estrés, mediante la relajación, la reducción de las tensiones y la consecuente producción de endorfinas que provoca este tipo de masaje.

En cambio, como hemos comentado, el quiromasaje no es superficial, sino que pretende ser un masaje profundo e intenso que permita eliminar las contracturas y recuperarse de dolores y lesiones musculares.

¿Cómo es el proceso de un quiromasaje?

Por norma general, se suelen seguir las mismas técnicas en el proceso de realizar un quiromasaje. Inicialmente, el profesional hará movimientos con las palmas de la mano sobre la zona que se quiera tratar. Asimismo, en este punto también tiene lugar la exploración. Es decir, el quiromasajista palpará la zona para comprobar su estado y localizar los puntos de dolor. Posteriormente, ya podrá aplicarse aceite o crema en las manos e iniciar el masaje.

Maniobras del quiromasaje

Para el masaje, se alternan diferentes tipos de técnicas:

  • Los pases. Consiste en acariciar la zona con la yema de los dedos o con la mano plana. Se suelen emplear como primera toma de contacto para empezar a relajar la zona a tratar.
  • El amasamiento. Se realiza con las dos manos y se produce un pellizco que sirve para separar el músculo del tejido que lo envuelve. La idea es descontracturar y promover la circulación de la zona.
  • La fricción. Se utiliza la palma de la mano para relajar y aumentar la temperatura de la zona.
  • Las percusiones. Facilitan la movilización de toxinas y el paciente nota una sensación relajante. Para aplicar esta técnica, se utiliza el borde de la mano (cachete cubital) o bien el puño cerrado (cachete giratorio).

Combinar el masaje manual con otras herramientas

También es posible que se necesiten algunos utensilios y aparatos que sirven para ayudar a las terapias manuales. Con ellos se pueden mejorar los efectos que tienen los masajes en el paciente, como por ejemplo:

Aceites aromáticos

Los aceites o cremas hacen que el desplazamiento de las manos por la piel sea más fácil. Al mismo tiempo, las propiedades aromáticas de estos contribuyen a alargar los efectos de los masajes y producen un efecto relajante.

Esta clase de productos hacen que las manos resbalen con facilidad, a la vez que consiguen aportar un plus de hidratación a la piel. Existen una gran variedad de aromas y esencias que generan diferentes sensaciones de relax y distensión.

Ventosas

Con la ayuda de las ventosas, se consigue tensionar la piel y relajar la musculatura de ese punto. Gracias a las ventosas, la sangre se moviliza y favorece a reparar las contracturas y sobrecargas musculares.

Este tipo de tratamiento es oportuno para mejorar la circulación sanguínea, ya que aumenta la velocidad de sanación y se reduce el dolor muscular.

Piedras volcánicas

Estas piedras calientes se suelen aplicar directamente sobre los músculos, realizando masajes con ellas, para corregir las sobrecargas, relajar la musculatura y el cuerpo en general.

Este tipo de terapia se conoce como “geotermal”. Sus beneficios son múltiples: reducción de dolores crónicos óseos y musculares, eliminación de toxinas del cuerpo, reducción del nivel de estrés o eliminación de malas energías.

Vendaje neuromuscular

Se aplica sobre los músculos para reducir el dolor, la inflamación y aliviar el malestar, aunque también aumentan ligeramente la amplitud de movimiento.

Beneficios del quiromasaje

Estudiar quiromasaje tiene una serie de efectos positivos sobre las personas. Descubre cuáles son:

Fisiológicos

Con el quiromasaje se pretende activar el organismo en general y aliviar el cansancio de los músculos.

Preventivos

El quiromasaje también sirve para tonificar los músculos y localizar posibles tensiones o contracturas, que pueden desenvolver en lesiones futuras. Es decir, tienen un efecto preventivo, propiciando conductas que sean favorables para el paciente.

Curativos

Entre los numerosos beneficios en el ámbito curativo, los más destacados son la mejora de la circulación sanguínea y la reparación de los tejidos musculares dañados para minimizar el dolor.

Psicológicos

Al estudiar quiromasaje también verás cómo influye la práctica del masaje en la persona a nivel psicológico. Se consigue un ambiente de relajación, calma y confort. Al mismo tiempo que se reduce la cantidad de estrés que sufre y se relaja todo el cuerpo.

¿Cuándo acudir al quiromasajista?

En esta sociedad donde las prisas y las preocupaciones constantes nos generan ansiedad y estrés, encontrar el equilibrio entre el cuerpo y la mente es esencial. Muchos desequilibrios emocionales se manifiestan en forma de dolores y tensiones. Sumados a las malas posturas que adoptamos durante todas las horas de trabajo, pueden provocarnos contracturas musculares, dolores y falta de movilidad.

Una vez hemos llegado a este punto, lo recomendable es ir al quiromasajista. No debemos utilizar medicamentos y antiinflamatorios como escapatoria al dolor. Con estos, el dolor solo desaparecerá momentáneamente. Y, además, esto no nos beneficiará en absoluto porque en unos días seguiremos en el mismo punto.

Por tanto, lo más sensato es acudir a un quiromasajista de confianza, manifestarle nuestro malestar y los dolores que padecemos y dejar que, como profesional, se encargue de ayudarnos mediante el quiromasaje.