¿Sabías que la palabra “yoga” tiene dos significados? Yoga quiere decir esfuerzo y unión. A decir verdad, se trata de una doctrina filosófica hindú. El objetivo de esta práctica es que las personas alcancen, por un lado un estado de perfección espiritual y, por el otro, conseguir un mayor control físico y mental. Pues lo que promueve la práctica de estas técnicas es el dominio del cuerpo y la concentración. Por eso, el yoga es una filosofía de vida en si mismo, que permite encontrar el equilibrio de nuestro cuerpo y nuestra mente. Este es uno de los principales beneficios de asistir a clases de yoga.

Interesante, ¿verdad? ¡Sigue leyendo! En este artículo te contaremos sus orígenes y beneficios. Pero si apuntas hacia un conocimiento profesional y te gustaría convertirte en guía y orientador, ahora puedes estudiar coaching, una de las salidas profesionales más demandas actualmente.

Yoga, una práctica milenaria

Para conocer los orígenes de esta práctica, debemos remontarnos 5.500 años atrás. Lo cierto es que arqueólogos experimentados han encontrado ruinas en el valle del Indo, los rastros más antiguos que se conocen.

Los primeros practicantes ya disfrutaban de los beneficios del yoga. Sin duda, son numerosos, pero el más destacable es que podamos encontrar, mediante su práctica, una armonía especial entre los planos físico, mental y espiritual, lo cual nos ayuda a ser más felices.

El yoga es para la mente

Las técnicas que emplea son posturas firmes y sólidas. Cuando se consiguen dominar, todos los esfuerzos se centran únicamente en la meditación y en el control de la respiración. Su objetivo principal es liberar la tensión del cuerpo para poder despejar así la tensión de la mente. Razón de más para considerar que el yoga ayuda a aliviar los conflictos de la mente.

Los beneficios de realizar clases de yoga habitualmente

El yoga nos beneficia a distintos niveles: físico, mental y emocionalmente. Su práctica regular puede cambiar la forma de vida de las personas y lograr un estado de bienestar completo. Veamos algunos ejemplos:

Aumenta la energía

La práctica de yoga habitualmente hace que nos sintamos con más energías, libera toxinas y fortalece nuestras defensas.

Mejoran la flexibilidad y el equilibrio

En general, mejora la flexibilidad de todos los músculos porque se practican posturas que implican a todo el cuerpo. La calma y la concentración que se adquieren con el yoga también se utilizan a la hora de practicar las posturas. De esta forma mejora el equilibrio.

Incrementa la fuerza

Como también se trabaja con el cuerpo físico, los ejercicios que se practican hacen que aumente la masa muscular. De esta forma se define la musculatura, se protegen los huesos y se evitan lesiones.

Se relaja el cuerpo y disminuye el dolor

Al practicar yoga se generan endorfinas y se relaja el cuerpo, contribuyendo a la reducción del dolor.

Mejora la respiración

Practicar yoga enseña a respirar de forma correcta, controlar la respiración y a aprovechar la energía. Si además se combinan las posturas del yoga con una respiración adecuada, también mejora la circulación sanguínea.

Ayuda a reducir el estrés

Esta tradicional disciplina es una práctica que calma y relaja, creando una estabilidad emocional y mental. Además, ayuda a disminuir el nivel de estrés que nos genera nuestro día a día.

Combatir enfermedades

Asistir a clases de yoga es una buena opción para mejorar las condiciones de salud. Esta práctica tradicional ayuda a combatir enfermedades como la depresión, la ansiedad o el insomnio, dolencias muy presentes en nuestra sociedad. Además, es eficaz para disminuir los dolores musculares y el avance de algunas enfermedades degenerativas. Por otro lado, el yoga también puede ayudar a mejorar la frecuencia cardíaca y la presión arterial.

Técnicas de relajación

En el mundo actual, nos vemos sometidos diariamente a una gran cantidad de estímulos externos. Estos estímulos no siempre son positivos y hacen que muchas veces se vea alterado nuestro estado, tanto físico como mental. Entonces aparece la tensión.

Tanto la meditación como la relajación que se realizan en yoga ayudan a reparar el equilibrio entre el cuerpo y la mente. Existen diversas técnicas de relajación, pero en general las que más se utilizan suelen ser para controlar el estrés. En la práctica de la relajación la respiración es fundamental, pues debemos controlarla.  Además, debe ser pausada y tranquila. Así nos ayudará a eliminar las tensiones acumuladas habitualmente. Al mismo tiempo, aprenderemos a minimizar las situaciones de estrés en las que nos veamos envueltos y que pueden afectar a nuestro equilibrio.

A continuación explicamos algunas de las técnicas de relajación que más se utilizan en las clases de yoga.

Relajación muscular

Con esta técnica se pretende que, mediante una respiración profunda y cerrando los ojos, se tensen diferentes músculos del cuerpo y se relajen. Se practica la tensión-relajación varias veces y en diferentes partes del cuerpo. De esta forma aprenderemos a reconocer cuándo nos sentimos tensionados y cuándo relajados. Cuando aprendamos a reconocer las primeras señales de tensión, aplicaremos técnicas de relajación para reducirla.

Meditación

Para meditar es necesario sentarse, cerrar los ojos y decir frases (llamadas mantra) que relajen. Frases como por ejemplo “estoy en paz” o “estoy tranquilo”. El objetivo de la meditación es dejar la mente en blanco, sin pensar en cosas que nos preocupen. Si tenemos algún pensamiento, hay que dejarlos pasar. La respiración debe ser profunda y desde el abdomen, para recibir más oxígeno y relajarnos más.

Visualización

La técnica de visualizar se basa en que imaginemos un ambiente o escena que nos relaje. Se trata de que con los ojos cerrados visualicemos ese lugar que nos tranquiliza, sentir que estamos allí. Sintiendo las sensaciones que nos provoca ese ambiente, debemos dejar pasar los pensamientos que se nos ocurran y no darles importancia.

¿Cuándo notaremos los beneficios del yoga?

Los beneficios de los que hemos hablado no aparecen en todas las personas por igual. Es posible que una persona logre ver cambios asistiendo a clases de yoga un día a la semana y otra necesite cuatro días para que se produzcan cambios en su vida. No es necesario ser un experto en yoga para disfrutar de los beneficios que puede ofrecer su práctica. Para conseguir que sus efectos sean más duraderos también son imprescindibles los hábitos de  una vida saludable, como llevar una alimentación equilibrada.